Jade.
—Rebonjour, Joyce. —digo y él se da la vuelta.
Frunze sus labios al verme.
Sus ojos color miel reflejan el desconcierto que el siente al verme ahí. Esos ojos que albergan un leve brillo de, ¿miedo? ¿angustia? No lo sé. El viento sopla recordando que estamos en otoño, tanto mi cabello largo como el de él se mecen gracias a la brisa otoñal, el Sol ocultándose ya dejando ver un hermoso atardecer. Sin duda alguna esta es una de las cosas que más amo de París, que un atardecer desde algún lado de la ciudad se ve hermoso.
Joyce se debate entre hablarme o irse, veo como sus músculos se tensan aunque estemos un poco alejados.
—Rebonjour, Jade. —dijo y me sorprendo.
Es algo que no esperaba, aún recuerda mi nombre, aún me recuerda. Aunque solo hablamos una sola vez y desde que eso sucedió pasaron dos años, y en dos años muchas cosas pueden cambiar, tanto física como mentalmente. Joyce me mira detenidamente.
—¿Me recuerdas? —pregunto.
Oh, Jade. Acabas de joderlo todo con esa pregunta.
¡Claro que te recuerda! ¡Te ha llamado por tu nombre, niña tonta!
Tonta.
Tonta.
Tonta.
Me regaño a mi misma mentalmente. Los labios de Joyce se levantan en una sonrisa burlona. Sus ojos color miel toman un brillo divertido. Acabo de hacer el ridículo delante de alguien que solo he visto una vez en mi vida y que ni siquiera conozco como para andar con mis estupideces frente de él. Abre los labios varias veces como si estuviese pensando que decir hasta que se decide y me habla.
—Claro que te recuerdo, Jade, nunca olvidaría esa sonrisa que tienes. —dijo tornándose un poco serio.
Sus ojos de momento se apagaron y eso no me gustó para nada.
—Perdóname por ser tan despistada. —dije soltando unas risitas.
—Oh, Jade. Cuando te vi aquella vez en la Torre Eiffel nunca pensé que fueras despistada. —dijo en tono burlón, pero sus ojos no volvieron a ser como estaban.
—Me tengo que ir, fue un gusto volver a verte, Jade. —dijo.
—¿Puedo verte de nuevo? —pregunté, si digo la verdad, él me cae muy bien.
—Claro, trabajo aquí junto a ma fiancée todas las tardes luego de la Universidad. —me respondió.
Auch, me dolió, dijo con su ma fiancée. No entiendo la razón de ese dolor en el pecho por ello, más que si ni siquiera conozco a Joyce, y menos a la chica morena la cual supongo que es su novia. Me veo obligada a forzar una sonrisa, la cual supongo que salió como una mueca. Me despido de él con y camino un poco hasta que encuentro con un taxi, el cual tomo hasta mi casa.
Bajo del taxi y miro la gran verja que delimita mi casa con el resto del vecindario, entro y miro el jardín de rosas blancas que tiene mi madre, que a pesar de que estuviésemos en otoño se encontraban bien cuidadas aún. El gran árbol que quedaba frente a mi dormitorio ya había comenzado a dejar que sus hojas cayesen. Entro en la casa y como es costumbre maman y papa no se encontraban, el único que se encontraba era mi frère.
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La Chica de París (LCF #1) [Terminada] ✔
Romance«Dos mundos distintos, dos personas diferentes, Jade Lennox y Joyce Scott. Eran dos amantes condenados a vivir su eterno amor en secreto. Ella encontró su hogar en sus ojos color miel que le brindaban la paz y la libertad que tanto anhelaba, y él e...