CAPITULO 21

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ADELAIDA

El señor Cavill sube al auto con una bolsa blanca en su mano, me regala una media sonrisa y se pone en marcha de nuevo.

Me siento mal, vulnerable, no pude evitar soltarme a llorar cuando pregunto lo que me sucedía, y es que estoy aún alto sorprendida y asustada, ningún hombre jamás me había tratado de esa manera, mi papá siempre ha sido dulce y compresivo con mi hermana y conmigo, ni aunque hiciéramos la peor de las travesuras nos puso una mano encima.

El abrazo del señor Cavill me hizo sentir mejor, me sentí protegida entre sus grandes brazos y en mi pecho hubo alivio al escuchar los pálpitos de su corazón rítmicamente, no se por cuánto tiempo estuvimos abrazados en la avenida pero si fue un buen rato, hasta que me calme.

Ahora bajamos juntos para ir a mi apartamento, en el elevador ninguno habla, al adentrarnos a mi pequeño hogar me manda a darme una ducha, me pongo una pijama de shorts y blusa de tirantes algo suelta, mi cabello lo cepillo y salgo de nuevo para encontrarlo sentado en mi sofá.

Me dedica una sonrisa y me siento a su lado.

—No es necesario, ya se me van a quitar— le digo cuando saca de la bolsa blanca la pomada que compro para los moretones.

—Con esto se te quitará más rápido— se unta un poco de pomada en los dedos.

Dejo que me ponga en el brazo, lo hace con cuidado, en la espalda igual, ya no me duelen mucho en realidad.

—Gracias— guarda todo de nuevo en la bolsa.

—No debió hacer eso— lo miro a la cara.

—Estaba muy enojada por que su mamá me odia y yo...bueno nos dijimos un par de cosas— medio sonríe.

—¿Como puede odiarte?— nuestros ojos se encuentran.

—¿Por que?

—Eres como luz en la vida de alguien— no puedo evitar sonrojarme.

—¿Fui luz en su vida?— no se como pero poco a poco nos acercamos cada vez más.

—Te mentiría si digo que no, esos días en New York me sentí como un adolescente de nuevo— mira mis labios —Eres divertida, rara a veces, pero divertida y...buena persona.

—¿Solo eso?— inquiero mirando sus labios también.

—No— murmura.

Nuestras narices se rozan, cierro los ojos disfrutando de su aroma masculino y esperando el beso, el beso que jama llega, abro los ojos de nuevo y lo observo separase de mi.

—Señor Cavill...

Se pone de pie acomodando su saco.

—Tengo que irme, tengo que llegar a cenar con mi esposa— muerdo mi labio inferior deseando que se quede —Espero que hayas terminado con Christian, si lo hizo una vez lo volverá hacer.

—Claro— murmuro —Buenas noches señor, y gracias.

—Hasta mañana— se da media vuelta y sale de mi apartamento.

Me recuesto en el sillón recordando la primera noche que estuvimos juntos, como bebimos aquí, como confío sus problemas, el baile, los besos, todo lo recuerdo como si hubiera sido ayer y jamás había odiado tanto recordar algo que disfruté mucho hacer, quiero sacármelo de la cabeza.

Está casado, solo fue una pequeña aventura qué tal vez lo ayudó para seguir feliz en su matrimonio, el señor Cavill ama a su esposa más que a nada en el mundo y yo...yo solo fui un respiro de todo.

My Boss | Henry Cavill Donde viven las historias. Descúbrelo ahora