My Boss | Henry Cavill

CAPITULO 24

HENRY

Mis manos recorren la suave espalda de Adelaida de arriba hacia abajo, vuelvo a subir dejándolas jugos en su cintura, mis labios no se separan de los suyos y le ayudo con los movimientos que hace sobre mi.

Solo bastan un par de minutos más para que ambos lleguemos al orgasmo, ella se sigue moviendo por unos segundos, dejamos de besarnos por falta de aire, sus ojos cafés se encuentran con los míos.

—Estoy cansada— confiesa y si se le nota en la cara.

Acaricio su mejilla y dejó otro beso algo largo en sus labios, al separarnos se baja de mi y se sienta a mi lado.

Es lógico que esté cansada, yo lo estoy también, desde las tres de la tarde llevamos aquí en su cama y ya son las ocho de la noche. Es viernes, le dije que podía salir temprano ya que no tenía nada de ganas de trabajar hoy, Diana se fue a Los Ángeles ayer y como siempre, estamos peleados.

Me ofrecí a traer a Ada a su apartamento y de nuevo cómo estás últimas dos semanas termine sobre su cama.

—Ada...

—No lo diga por favor— me pide —Llevo dos semanas escuchando lo mismo, que esto fue un error y no debió pasar, pero siempre pasa.

—No se que me me pasa— me mira a los ojos.

—Pues nada, simplemente lo disfruta, como cualquier persona normal— medio sonrio.

—Es que yo...¿como es que no te sientes mal por engañar a tu novio?, digo, abusivo pero aún así es tu novio.

—¿Quiere la verdad?— asiento —Bueno pues...es que yo...me gusta desde el primer día que lo miré.

—¿Cuando tenias dieciocho?— inquiero sorprendido.

—Si, era como ese amor platónico mayor que todas tenemos y bueno ya no tan platónico, entonces creo que es eso, antes de andar con Chris usted ya me gustaba así que, no lo se, puede ser eso— se encontré de hombros.

—¿Y te sigo gustando?— paso mi brazo por sus hombros pegándola a mi.

—No, claro que no, por eso estoy aquí desnuda con usted— suelto una risa.

—Tu me gustas— digo sincero, sus ojos brillan cuando me miran —¿Que?

—¿Enserio le gusto?

—Si, digo estoy aquí desnudo contigo— ríe.

—No lo pensé— acaricia mi abdomen.

—Tengo que irme— se mueve de forma que puede verme bien.

—¿Por que no se queda un rato más?, su esposa acaba irse de viaje y no hay nadie que lo espere en su casa— me pide.

—así llega tu novio...

—Él también está de viaje, fue a una convención de doctores y enfermeros de no se qué cosa, llega en una semana— hace un puchero —Por favor.

—No se...

—Podemos cenar y ver una película— acerca su rostro al mío —Solo si quiere.

—Está bien, solo un rato— asiente emocionada.

—¿Nos duchamos?— se baja de la cama, está completamente desnuda.

La sigo y juntos entramos a la ducha, entre besos tárdanos mas o menos una hora dentro, al salir ella encarga la cena la cual consiste en una pizza, mientras esperamos nos sentamos en el sofá para elegir una película.

—¿Cuál quiere ver?— inquiere cambiando las películas en Netflix.

—La que tú quieras— la dejo elegir.