CAPITULO 60

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HENRY

Abro un poco mis piernas para que Adelaida se meta entre ellas, deslizo mis manos por sus morenas hasta llegar al borde de su vestido, alzó la cabeza para mirarla, sonrio y llevo mis manos a su rostro para limpiar sus lágrimas.

—No has dejado de llorar en toda la noche— murmuro posando mis manos en su cintura.

—Es que estoy feliz— la miro con ternura.

Acerco mi rostro a su vientre.

—Mamá es una llorona bebé— Ada suelta un risa.

—No es verdad— sorbe su nariz.

—Lo es— la traigo hacia mi y me acuesto de forma que ella cae encima mío —Eres la más llorona de Londres.

—Es que si me pides matrimonio así no puedo hacer más que llorar— dejo un beso en sus labios.

—¿Te gustó?— asiente recargando su cabeza en mi pecho.

—Mucho.

—Estaba muy nervioso de que no te gustará, de que dijeras que no— acaricio su brazo.

—Jamás te diría que no— acaricia mi pecho sobre la tela de mi camisa —Oye mi amor...

—Mmm...

—Quisiera casarme antes de que la panza se me note más.

—¿Y cuando sería eso?

—No se, ¿un mes?, o menos, el veinticinco cumplo tres meses así que...— hace cuenta con sus dedos —Antes de que cumpla cuatro, claro si tú quieres.

—Por mi nos casamos mañana mismos— alza la cabeza para mirarme —Pero tenemos que preparar todo así que en tres semanas está bien.

—Igual no quiero nada muy extravagante, solo mi familia, la tuya y amigos, ¿creen que dejen salir a tu mamá un rato para la boda?— medio sonrio.

—Yo creo que si.

—Tengo mucho sueño— bosteza —¿Me abrazas toda la noche?

—Todas las noches— dejo un beso en sus labios.

Ella se baja de la cama, me dice que se quitará el maquillaje y yo voy a ponerme la pijama, me ordena que me ponga una de las que le compro en New York, ella también se pone una de animales y así dormirnos juntos abrazados.

Los siguientes días se pasan rápido, yo no puedo con la felicidad de que me casare con Adelaida, siento como si fuera la primera vez que voy a casarme.

Preparar todo fue un poco estresante, tenía a Gabriel de aquí para allá cuando estuve en Santa Monica, igual a Ben haciendo lo posible por que Taylor cantara en el evento, me costó un riñón llevarla, pero valió la pena.

Ver la sonrisa de Ada y sus ojos brillar no tiene precio, me encanta hacerla feliz.

En esto días he recibido felicitaciones aunque también varios medios hacen comentarios no muy agradables, pero que puedo hacer, es normal que los hagan aunque les deje claro que mi prometida no es ninguna roba maridos.

Diana salió del hospital hace poco, sigue viviendo en la casa donde vivíamos juntos y ahora mismo sus papás están con ella, sobre Christian, el fue sentenciado a algunos años de prision y ahora está en la cárcel, se merecía más pero bueno.

Bajo las escaleras bostezando, en el comedor ya está Ada con su familia, su papá alza una ceja al verme y caigo en cuenta que es por que traigo puesta una pijama de dinosaurios.

—Buenos días— me siento en la cabecilla de la mesa.

—Buenos días Henry— me saluda mi suegro.

My Boss | Henry Cavill Donde viven las historias. Descúbrelo ahora