CAPITULO 25

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MARATÓN 1/3

HENRY

Tamborileo los dedos en mi escritorio pensando sumamente en lo que he hecho estas dos semanas, no salgo del apartamento de Adelaida y dudo que lo haga ahora que mi esposa está de viaje, quiero dejarla, dejar de desearla y dejar de traicionar a mi esposa cada vez que Ada me sonríe pero es como si fuera un adiccion para mi.

Y es que esa pelirroja es tan adictiva.

Lo admito, me ha gustado estar con ella últimamente, es divertida y siempre tiene de que hablar además de que siempre está atenta a mi cuando estamos juntos, es linda.

Hoy es viernes, el lunes regresa mi esposa y en esta semana no he hecho más que trabajar y engañarla con mi secretaría, quiero sentirme más culpable de lo que ya me siento pero parece que la culpa se me va evaporando cada vez que estoy con Ada y presiento que ya no voy a poder apartarla.

Salgo de mi despacho, sin las seis de la tarde y no hay nadie en mi casa ya que le di fin de semana libre desde la mañana a las chicas de servicio, salí temprano de la empresa ya que comí con Elias, sigue igual de borde que siempre conmigo pero al menos acepto venir a comer.

Después de la comida decidí quedarme en la casa pero ahora estoy aburrido sin tener que hacer.

Llamo a Gabriel mientras conduzco y quedamos de vernos en un bar, luego llamo a mi esposa pero no contesta así que llamo a mis suegros los cuales me dicen que salió a beber algo con amigas de la preparatoria así que decido no molestar más.

Al llegar al bar soy el primero así que pido dos vasos y una botella de whisky, después llega Gabriel así que nos sirvo licor a ambos.

—¿Ben ya aterrizó?— inquiero llenando mi vaso.

—Si, hace dos horas— responde mi amigo bebiendo.

—Sabes algo— hace un ademán para que siga —Estos días, bueno estas últimas semanas he estado con Adelaida.

—¿En la cama?— asiento —Lo supuse, es decir, se van temprano y llegan tarde en la mañana y dudo que sea por las salvajes noches que ni pasas con tu esposa.

Suelta una risa.

—No se que me pasa, es tan adictiva, me gusta estar con ella en todos los ámbitos, quiero dejarla pero siempre vuelvo a caer— medio sonrie.

—Creo que tendrás que hacerte a la idea de que ahora tienes una amante— suspira —Y no vas a poder dejarla, ella te gusta y mucho, te dije que se volvería una adicción.

—¿Sabes que es lo peor?

—¿Que?

—Que no me siento tan culpable como debería.

—Es por la costumbre, cuando comienzas a acostumbrar a algo que sabes que está mal, la culpa se borra— aprieto los labios.

—Debo parecer un viejo ridiculo, ella tiene veintidós.

—Por favor, no eres el primero ni el último que lo hace así que no digas eso, mírame a mi, una vez salí por tres meses a escondidas con una de diecisiete y...

—¿Que hiciste que?— sonríe inocente.

—Bueno, no parecía de diecisiete, ya no me regañes, supe que tenía diecisiete cuando terminamos— niego rodando los ojos —Desde esa vez pregunto la edad.

—Al menos ya lo haces.

—Ay, esa chiquita estaba tan buena— no puedo evitar reír ante su expresión.

My Boss | Henry Cavill Donde viven las historias. Descúbrelo ahora