Te amo

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ELIAS

Camino por todo el pasillo buscando el vino perfecto, esta noche quiero brindar con Miranda y darle una noticia que estoy seguro le gustará, se pondrá nerviosa pero le gustará.

Estoy convencido de que quiero estar con ella.

Jamás en la vida pensé volver a tener algo serio después de lo qué pasó hace años, cuando Rachel, una novia que tuve a los dieciséis me dijo que le gustaba mi papá y que habían tenido algo.

Desde ese día juré jamás presentar a nadie con mis padres, que solo serían aventuras efímeras las que tendría con las mujeres, me dolió escuchar esas palabras de Rachel, mi padre siempre fue mi héroe, mi ejemplo a seguir, para mi era el hombre perfecto que jamás se atrevería a mirar otra mujer que no fuera mi madre.

Y aunque no le di el beneficio de la duda, aún así me aleje de él, me volví frío con él y aunque antes ya era un idiota con cualquiera que se me atravesara, él siempre fue la excepción, incluso lo quería y lo quiero más que a mi madre por que eso de que no hay favoritos cuando se trata de padres es mentira, mi favorito siempre fue mi padre.

He pensado muchas en preguntarle, sacarme la espina pero no se como hacerlo, simplemente las palabras no salen o tal vez por que soy cobarde.

Pero esto tratando de dejarlo atrás, mi relación con Miranda me ha ayudado mucho, ella es diferente a todas las demás.

Tomo un vino de un estante, el que estaba buscando.

—¿Elias?— alzo la vista topándome con Martha Sanders, una amiga de mi madre —Elias querido, ¿cómo estás?

Se acerca y deja un beso en mi mejilla, no está demás decir que la conozco bien, muy profundamente.

—Martha, que sorpresa, estoy muy bien, ¿y tu?

—Igual, cada día mejor— medio sonrio —Oye querido, ¿tus padres se separaron?

—No— frunzo el ceño —¿Por que?

Entre abre los labios pensando en si hablar o no.

—Bueno yo no...por la confianza que te tengo te lo diré— la miro fijamente —Hace unos meses mire a tu madre en Los Ángeles y no estaba sola.

—¿Y con quien iba?

—Con un muchacho, como de tu edad más o menos.

—Seguro se lo encontró— niega.

—Se besaron muy apasionadamente, casi se comen, estaban entrando a un hotel— no puedo creer lo que me dice.

Mi madre jamás...

—¿Estas segura Martha?— asiente —Bueno tal vez te confundiste.

—No estoy tan vieja como para no ver bien, era Diana— desvio la mirada pensando.

—No se qué decirte— murmuro.

—Nada cariño, solo no digas que yo te lo dije si es que le preguntas.

—No te preocupes, no dire que tu me lo dijiste, negó que irme, nos vemos luego.

—Un gusto, espero volverte a ver— le sonrio forzadamente y voy a la caja a pagar el vino.

En camino al apartamento de Miranda no dejo de pensar en lo que me dijo Martha, ¿mi mamá con un amante?, ella sería incapaz, ¿o no?, ni siquiera puedo procesar nada de esto, en otras circunstancias diría que no me importa pero si me importa, por que entonces ella tampoco sería la mujer que pienso que es.

Al llegar al edificio de Miranda ella ya está esperándome afuera y yo estoy tan absorto en mis pensamientos que ni siquiera bajo a abrirle la puerta.

—Hola amor— besa mi mejilla.

—Hola— me pongo en marcha.

Conduzco en total silencio, la cabeza me duele de tanto pensar en mi madre, ¿quien podría ser su amante?, no le conozco a nadie y amigos míos no creo, solo tengo dos y los dos están casados viviendo en suiza, aunque siempre pueden viajar.

Necesito sacarme esta duda, pero definitivamente primero tengo que sacarme la de Rachel y mi padre, para saber lo que hare.

Al llegar a mi penthouse lo primero que hago es quitarme el saco, dejar el vino en la mesa y sentarme en el sofá.

—Elias, ¿estas bien?— inquiere Miranda sentándose a mi lado.

—Creo— la miro —¿Que piensas de mi papá?

—Que es un hombre inteligente y bueno en lo que hace— asiento.

—¿Y de mi mamá?

—A ella no la conozco bien pero...para que mentirte, me parece como tu versión mujer— sonrio.

—Tal vez.

—¿Por que me preguntas?

—Solo tenía curiosidad— medio sonríe y deja un beso en mis labios —Miranda...

—Mmm...

—Se que he sido una mierda contigo...

—Elias...

—No, espera, la mayoría de mi vida he sido una mierda de persona con todo mundo, pero este último año en especial contigo y no te lo merecías, era por mi estúpido miedo de enamorarme de ti y terminar lastimado— me mira a los ojos —Y al final me enamore.

—¿De verdad?— sus ojos verdes se empañan.

—Si Miranda, te amo— acaricio su rostro —Y me da miedo pero voy a afrontarlo y por eso quiero hacer una cena con mis padres para decirles que eres mi novia, es era la sorpresa.

—¿Que?— sonríe —¿De verdad?, creo que voy a llorar.

—Te lo juro, pronto haré la cena con mis padres, para que sepan que te elegí— me abraza.

—Te amo Elias— llora en mi cuello.

—Oye, solo es una cena— me mira a los ojos.

—Si pero pensé que jamás lo harías, ademas, jamás me habías dicho te amo— sorbe su nariz —Creo que estoy muy sentimental, no se que me pasa estos días.

—Pues te lo diré más seguido— dejo un beso en sus labios a—Y todo mundo lo sabrá.

—Te amo— vuelve a decir y ataca mis labios.

Sonrio en medio del beso, solo espero que todo salgo bien, con Miranda y con mis padres.

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Holis

¿Que opinan?

Sin contexto jaja.

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