MACARRAS

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DRACO P.V.O

Hum, he de reconocer que está muy guapa cuando se enfada, pero tiene que tener cuidado de que no se le escape que yo sigo vivo. Y mucho menos, dónde me encuentro. Pero creo que este numerito lo ha montado para no recoger la mesa. Hay que ver cómo son las mujeres.

Recojo la mesa y después pongo el lavavajillas, me quito la ropa y me tumbo sobre el sofá. Como no tengo sueño, enciendo la televisión. Pongo las noticias y me quedo de piedra cuando veo la cara del tío idiota ese. ¿Conque Pure Blood es un empresario de gran calibre, eh? Apago la televisión y me levanto del sofá para sacar la cama de debajo. Cuando he montado el sofá cama, me tumbo y me quedo dormido, vestido sólo con los calzoncillos.

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Me despierto y me encuentro la cara de J.J., que duerme plácidamente. Se ve que anoche se tumbó a mi lado y nos tapó con una manta. Tiene un brazo puesto sobre mi cintura, y yo le paso mi brazo sobre la suya. Ante el contacto, J.J. se mueve un poco, pero no se despierta. Sonrío y miro e reloj de la pared. Oh, ¡ya son las seis de la mañana! Es hora de despertar, querida.

Le doy un beso tras otro en los labios hasta que despierta.

Gruñe un poco antes de abrir los ojos. Se desespereza y entonces me ve.

— Buenos días, celosillo.

— Buenos días, princesita —le digo. Nos besamos y observo cómo se levanta y se marcha a la ducha del cuarto de baño de abajo.

Me encanta contemplarla mientras se mueve. Tiene una cintura que me vuelve loco, me hipnotiza.

Cuando noto que se me cae la baba (no literalmente, sino que me refiero a que me he quedado en babia pensando en ella), me levanto del sofá cama y lo convierto de nuevo en sofá. Guardo la manta y voy a la cocina para prepararle el desayuno a mi futura mujer.

J.J. P.V.O

Disfruto de una buena ducha caliente, me envuelvo en la toalla y salgo afuera, donde me encuentro a Draco en calzoncillos preparándome el desayuno. Es una muy buena vista. Me acerco a él, que está de espaldas, y paso mis brazos por su cuello, él gira la cabeza un poco y me mira con esa sonrisa de medio lado que tanto me gusta.

— ¿Te puedo quitar esa toalla?

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Llego a Hogwarts muy feliz, ya sabéis, hacerlo con Draco de buena mañana, es rejuvenecerte. Pero cuando llego al patio delantero del colegio, veo a un par de chicos de segundo curso pegando a otro que es más pequeño. Me entran ganas de pegarles a esos dos cuando veo de quién se trata: Olly. Entre esos dos idiotas están dándole una paliza a Olly. ¡El niño adorable! Que encima es artista...

Me acerco a esos dos y los cojo por detrás. Cuando se giran para verme, se quedan blancos. Entonces sonrío malévolamente.

— Estáis castigados hasta fin de curso —les digo, luego les suelto con asco y dejo que se marchen hacia dentro del colegio. Es una pena, porque son de Slytherin, y si siguen pegando a la gente, jamás cambiarán las etiquetas para mi casa preferida.

Le echo un vistazo a Olly, quien sangra por el labio y la ceja. Le ofrezco una mano y le ayudo a levantarse. Lo abrazo.

— ¿Estás bien? —le pregunto. Él niega con la cabeza—. Vayamos a la enfermería, la señora Prompfey te tratará.

Cuando llegamos a la enfermería, le cuento a la enfermera lo ocurrido. Ella atiende a Olly, y cuando acaba con él, lo deja en una cama y me acerco a verlo. Le ha puesto tiritas por aquí y por allí, y lo mismo con el vetadine. Tiene mal aspecto.

— Olly, ¿por qué se han metido contigo? —decido que lo mejor es ir al grano, porque sé que con él es lo mejor.

Olly mira sus pies por un momento, coge aire y me mira.

— Soy huérfano, y esos dos siempre se meten conmigo por ello.

Miro a Olly con tristeza, pero entonces se me ocurre una cosa. Subo a la clase de Arte, cojo un bloc de dibujos y unos colores, vuelvo a la enfermería y se lo entrego a Olly.

— Para que no te aburras —le digo con una sonrisa.

— Gracias —exclama mientras me abraza.

Dejo al chico de ojos azules en la cama y subo a clase, donde me toca con los de segundo curso de Slytherin. Qué casualidad, ¡si me toca con esos dos macarras! Qué bien me lo voy a pasar.

MALFOY AND ME 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora