Una razón para vivir

Capítulo 18

- Iván no digas cosas tan hirientes – me reclamó Lisbeth claramente impactada con mi inesperada reacción

- Espera Lissy, deja que yo me haga cargo – intervino Sean que acaba de regresar a la habitación y al parecer escuchó mis palabras – Iván dame eso – me pidió con tono serio arrebatándome la esponja de las manos

Sean prácticamente me llevó a empujones hasta el taburete largo y acolchado al pie de la ventana, lo suficientemente alejado de Asiel y Lisbeth, me imagino para que no nos puedan escuchar, pero sin sacarme de la habitación para no alterar a Asiel.

- Siéntate aquí hasta que te calmes – me ordenó y me obligó a tomar asiento como si yo fuera uno niño pequeño a quien debe ayudar a canalizar una rabieta. Iba a protestar, pero Sean no me dio oportunidad de si quiera abrir la boca obligándome a guardar silencio con un gesto de la mano – Iván yo se que el tema de tu hijo es un tema muy delicado y extremadamente doloroso para ti. Y no sé si por hacer todo esto con ese muchachito es que se removieron sentimientos o recuerdos que estaban enterrados en tu subconsciente, o es que todo esto te hizo tomar conciencia de esas pequeñas acciones que muchas veces hacemos o dejamos de hacer y que pasamos por alto porque parecen insignificantes, pero que para nuestros hijos lo son todo. Sea cual sea la razón, de verdad lamento que estés pasando un mal momento con todo esto, sin embargo, eso no te da derecho a ser cruel e hiriente, ese jovencito que está allí no tiene la culpa de absolutamente nada de lo que sucedió en tu pasado así que no desquites tu frustración o tu rabia con él. Lo trajiste aquí para que lo ayudemos, entonces ayúdalo

Sean no uso un tono de voz duro o crítico mientras me habló, ni siquiera me gritó, en realidad él no dijo nada en voz alta todo lo que dijo lo hizo con un tono de voz suave pero firme, únicamente para que sea yo quien lo escuche y al terminar de hablar Sean solo me dejó aquí sentado mientras él fue al encuentro de Asiel. Con mucho cuidado y una sonrisa cálida él se hizo cargo de terminar lo que yo no pude hacer.

Todo esto me dejó una molesta sensación de haber sido reprendido y no es nada agradable, pero debo admitir que escuchar sus palabras me hizo ver todo desde otra perspectiva, la perspectiva de Asiel y me hizo comprender lo cruel que fui con él, otra vez. Ahora me es imposible no notar como Asiel rehúye a mi mirada cada vez que intento hacer contacto visual con él, sin embargo y pese a su esfuerzo por esquivar mi mirada puedo ver claramente que esta triste, decaído, como si él hubiese hecho algo terriblemente mal aunque en realidad no hizo nada.

Soy un idiota, no quise lastimarlo, es solo que todo esto del baño me desestabilizó de un modo que jamás imagine posible. Creo que me generó conflicto porque me hizo ver que Asiel es vulnerable, a pesar de ser un adolescente él aun necesita de ayuda y cuidado... y mi hijo que solo era un niño, me necesitaba aun mas.

Cuando Asiel apoyó su mano en mi hombro extrañamente se sintió bien, tan cálido, sentí su confianza en mí y por extraño que parezca me sentí unido a él; y yo, por un segundo sentí que todo iba a estar bien. Sin embargo, como ya dije eso solo duro un segundo porque al siguiente comprendí que si yo tan solo lo hubiese hecho por mi hijo, si tan solo hubiese tomado unos minutos de mi día para darle un baño ambos habríamos creado este mismo sentimiento que seguro en el momento más difícil lo habría mantenido aquí, con vida.

Descubrir que algo tan simple como un baño pudo ser suficiente para salvar la vida de William es algo devastador. Y ahora tener que hacerlo por Asiel que prácticamente es un adulto, que aunque suene cruel no es más que un zorro malherido que encontré en medio del bosque, me hizo sentir como un traidor. Mi hijo era un niño pequeño, él me necesitaba mucho mas, entonces... ¿Por qué ahora parece que Asiel lo merece más que mi hijo?