Jungwon siempre fue un joven inteligente, dedicado a lo que amaba, incluso si se trataba de Sunghoon.
Sunghoon siendo tan desinteresado partió mil veces el corazón de Jungwon en el pasado.
¿Qué pasará cuando una terrible noticia junte a estas dos al...
El doctor Choi miraba con detenimiento y seriedad los nuevos análisis de Sunghoon. Durante los últimos meses había ido constantemente a sus chequeos y tomaba todas sus medicinas con regularidad.
- Tu leucemia, tu leucemia no ha mejorado Sunghoon. La primera parte de tu tratamiento no la seguiste debidamente y de acuerdo a tu evaluación, el medicamento no está dando algún efecto a tu sangre.
Sunghoon jugaba nervioso con sus dedos mientras bajaba la mirada frustrado, asustado y enojado con sí mismo.
- ¿Cómo no ha funcionado? Si he venido a mis chequeos, he comido sano, duermo bien.
- No durante tus primeros meses de tratamiento. Ha pasado casi un año y la cantidad de células malas en tu sangre y cuerpo han crecido, a pesar de la quimioterapia tomada.
- ¿Y qué sugiere?- Dijo Sunghoon finalmente levantando la mirada. Había Sido un completo idiota todo ese tiempo, con él, con sus amigos, con la gente que lo quería y cuidaba, especialmente con Jungwon y no podía evitar sentirse tan culpable.
Aquel chico era el único que no lo había abandonado. Lo acompañaba cuando podía al médico antes de comenzar a ocultarle todo, lo alentaba a ser saludable, había dejado de ir a fiestas y a exigirle más a su cuerpo por él y solo por él. Ninguna de aquellas chicas que pasaron por sus manos y cama se habían preocupado por él, más que Jungwon, y él había Sido un completo tonto agrediendolo cada vez que podía, humillandolo.
- Me temo que comenzarás a recibir radiación, además de la quimioterapia inyectada. Tendrás que venir cada mes a recibirla, en una semana será tu primera sesión. Lo lamento.
Los ojos de Sunghoon se abrieron por completo mientras sentía su mundo caerse sobre él a pedazos. Recibió todos los papeles necesarios para aquella cosa horrible que le harían a su cuerpo, saliendo desorbitado del centro médico.
Tenía miedo, mucho miedo. Razón por la cual había llamado llorando a su madre aquella misma tarde confesándole todo. La necesitaba, no quería asustar a Jungwon así que debía tragarse todo aquel orgullo llamando a la mujer que alguna vez le dió la espalda, doliendole en el alma saber que la única razón por la que estaría aquí era porque su hijo se estaba muriendo lentamente cada día que pasaba.
No podía decirle a Jungwon, no aún por lo cual obligó a su madre a esconder ese horrible secreto. ¿Qué diría el menor al ver que el esfuerzo temprano que hizo porque Sunghoon estuviera bien se había ido a la basura? Lo odiaría seguramente, perdería al ser que más quería. Porque de alguna u otra forma sin pensarlo, Sunghoon se había enamorado completamente de él.
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Hoy era el gran día.
Aún recordaba las constantes peleas por el estilo de vida irresponsable que había tomado y ahora todo aquello le cobraba factura. Sus sudoraciones, los dolores de cabeza y cuerpo eran horribles, aunque comiera todos los vegetales que Jungwon le llevaba en ocasiones y platillos saludables que le enseñó a preparar, tomaba todas las medicinas pero a pesar de que en doctor Choi le dijera que estaba bien él no se sentía así. Aunque no lo quisiera necesitaba a su madre, Jungwon le había dado aquellos ánimos que necesitaba para enfrentar su pasado. Estaba listo para verla después de varios tiempo lejos de casa.
