Jungwon siempre fue un joven inteligente, dedicado a lo que amaba, incluso si se trataba de Sunghoon.
Sunghoon siendo tan desinteresado partió mil veces el corazón de Jungwon en el pasado.
¿Qué pasará cuando una terrible noticia junte a estas dos al...
Cómo usualmente sucedía, el pequeño Jungwon corría por los pasillos de la universidad porque a pesar de que cada mañana venciera a su propio despertador al levantarse, se atrasaba en la entrada del campus deteniéndose a hablar con quien fuese que se atravesara en su camino.
Sí, el chico hablaba hasta por sus codos.
- ¿Tarde otra vez pequeño gatito?- Un chico de cabello un tanto rubio se dirigió al de hoyuelos soltando risas.
- ¿Qué hay de ti Sunoo? Parece que sigues teniendo tu almohada pegada a la cara.
- Gracioso. Anoche dormí tarde, estaba tratando de repasar nuestra clase de hoy pero fallé en el intento, porque bueno...
- Shh, no hace falta decirlo o que busques una excusa, tu sonrisa de tonto enamorado me dice que estuviste hablando hasta tarde con tu gran e igual de idiotizado chico popular.
- ¡Hey! Ten más respeto por él. Es el mejor de su clase ¿Celoso de eso Wonnie? Que sea popular no quiere decir que sea un cretino igual que sus otros dos amigos.
- Si claro- Dijo sarcásticamente mientras se acercaba a su casillero buscando algunas notas para poder dar su clase.
- Me parece que necesitas algo más en tu vida que solo libros. Mírate, eres guapo y sexy, muy sexy, con hoyuelos que te hacen más tierno. Si no estuviera con Ni-Ki no me importaría salir contigo, pero lo olvido ¡Eres un gruñón! Realmente necesitas a alguien en tu vida.
- Sí, como digas. Primero muerto que salir con algún tipo de niño bonito como los que hay por aquí. Y el día en que eso suceda vas a golpearme fuertemente en la cabeza.
Había algo que Jungwon odiaba en esta vida y era la clase de chicos con el que su pequeño amigo de mejillas abultadas soñaba y salía. Tenía sus razones, mejor dicho, tenía una sola razón que tenía nombre y apellido. Pero tarde o temprano aquellas ideas de su cabeza podrían cambiar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sunghoon caminaba con la cabeza baja entre el bullicio de la entrada del campus. Sostenía entre sus manos un pequeño trozo de tela blanca que había encontrado esa mañana entre una caja de cartón que jamás había abierto desde que se mudó a su pequeño departamento el cual alquilaba desde hace algunos años.
Al igual que Jungwon, Sunghoon también captaba miradas a cada lugar que iba con ese rostro de Dios Griego del cual le gustaba mucho presumir. Suspiros por aquí y por allá, provenientes de chicas y chicos en todos los rincones de la universidad. Si bien, Park no tenía la mejor reputación en aquella institución pero para él era importante mantener su récord de con cuántas estudiantes había estado, cuántas borracheras lograba aguantar y cuántas malas calificaciones podía sacar, todo esto junto a sus inseparables amigos Park Jay y Nishimura Ni-Ki, uno muy diferente al otro pero sin duda alguna eran el trío más irónico de aquel lugar.
Pero todo eso había cambiado de unos meses acá. Sunghoon ya no era el mismo de antes, trataba de mantener su récord en ser el último en quedar ebrio pero solo unos cuantos tragos y encontraba en el baño totalmente débil o vomitando. Hematomas pequeños aparecían con frecuencia en su cuerpo y no eran causados por las noches que pasaba en la cama de chicas distintas. Aquella hemorragia no fue causada si quiera por alguna riña que hubiese tenido.
- Te veo distraído ¿Pasa algo?- Jay preguntó llevándose una de sus golosinas a su boca mientras estaban sentados en su pupitre.
- Nada, estoy perfectamente bien. Anoche solo llegué tarde a casa, ya saben...- Mintió el azabache jugando con el pañuelo entre sus manos.
Jay elevó sus hombros en señal de desinterés volviendo a su típica plática acerca de nuevas conquistas, fiestas y demás.
Sunghoon no estaba de humor para nada aquel día. Su estrés y desesperación estaban al límite que cualquier cosa o persona que atravesara su zona de confort haría ponerle sus nervios de punta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jungwon sentado en su lugar mientras repasaba aquellas pequeñas notitas en sus manos, moviendo sus labios sin emitir ningún sonido.
Sunoo mientras tanto se ocupaba en algo más importante, mirar a su querido Ni-Ki charlar animadamente con sus amigos.
La clase comenzó, Jungwon daba sus explicaciones mientras su mirada se perdía en el fondo del salón. Le extrañaba demasiado que aquella voz y risa burlona no lo estuviera interrumpiendo y sacándolo de sus casillas, era extraño que Park Sunghoon mantuviera su vista pegada a su libro, porque amigos... Park Sunghoon era ese amor tormentoso que todos alguna vez hemos tenido, en la vida de nuestro querido Jungwon.
¿Cómo fue que se enamoró de él y a la vez se odiaba por eso? Simple, su mayor le hizo pasar el ridículo frente a toda su clase y aquellos insultos resonaban en la cabeza de Jungwon cada vez que se rendía en aceptar lo que su corazón sentía. "Un completo cretino" pensaba él.
El mayor no perdía ninguna oportunidad en hacerle pasar un mal rato, en insultarlo o hacerle pasar vergüenzas, era casi normal en su día pero está vez no sucedió nada. Sus ojos negros no mostraban un brillo lleno de ego y su rostro no parecía ser presumido. Algo malo pasaba con su mayor y claro, trataba de convencerse a sí mismo que no debía importarle, pero algo dentro suyo se moría por querer preguntarle qué le pasaba.
-¿Me estás escuchando Wonnie?- Jake hizo un pequeño puchero al sentirse ignorado.
-S-sí Jake - mintió Jungwon mientras estaba ocupado (como casi siempre) mirando a su querido mayor de lejos. ¿Raro no? Esta vez no peleaba con Jay como de costumbre, hasta parecía soportar los comentarios irritantes de este, tampoco hacía mucho caso a la chica de piernas largas y falda corta sentada a su lado como siempre.
-No me digas que también se te cae la baba por un bobo de aquel grupo como Sunoo - Soltó de forma burlona Heeseung.
- ¡No! Solo... Solo miro los asquerosos que son.
- Bien, como decía, aquel tal Jay me pidió avances de su trabajo pero desde luego no se lo mostré. Trabajaste mucho con nosotros.
Jungwon asentía tratando de mostrar un poco de interés a las quejas de su amigo, alguna que otra vez musitaba pequeños ''Oh, ah, no me digas". Su mente ya no podía más ¿Qué estaba pasando con Sunghoon? Tenía ideado un plan, quizá llamar su atención para que así lo molestara y listo, todo volvería a la normalidad.
Esperaría a que tuviesen que regresar a sus clases para saber quién llamaría la atención de quien primero sin saber lo que estaba apunto de presenciar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Qué depara esta historia para nuestros queridos chicos? Espero les guste, actualizaré seguido🌼