Adore You♡ | Sungwon

07

Jungwon tenía sus pequeñas manitas dentro de las bolsas de su chaqueta estilo universitario dando pasitos pequeños en su mismo radio tratando de encontrar las palabras correctas para disculparse con Sunghoon y decirle que estaba dispuesto a ayudarle a investigar más sobre su padecimiento, todo esto sin saber lo mucho que sabía sobre la vida de Park y sin delatar los sentimientos que hacía meses había enterrado y nuevamente florecían.

Escuchó como las voces de más personas se iban acercando a dónde él estaba, así que decidió girarse hacia las grandes escaleras de la entrada a la universidad esperando divisar a Sunghoon entre la multitud y sonrió levemente ya que no le fue tan difícil.

Se armó de valor mientras caminó apresurado hacia el chico tocando su brazo cuando estuvo a la altura suficiente para alcanzarlo.

-Eh Sung-Sunghoon...

El nombrado se giró sorprendido e incluso algo nervioso antes la presencia de Jungwon porque hasta hace unos días lo había maldecido hasta el cansancio en el baño, y no lo culpaba porque después de todo había Sido un jodido cretino con él.

El menor de ambos pudo notar la confusión en los Orbes del mayor, suspirando pesado nuevamente. Sunghoon solo necesitaba ayuda, alguien que lo ayudara a despejar todas sus dudas e inseguridades y aunque eso le costará todo en el mundo él estaba dispuesto a ayudarle.

-Oh, perdona... Yo, solo quería disculparme por lo de hace días. Es solo que, quería explicar lo que subrayé en las hojas de tus estudios. Si quieres hablar sobre ello, no dudes en buscarme.

Sonrió levemente tomando la mano de Sunghoon dejando un pequeño papel doblado y algo húmedo por el sudor nervioso de su mano, cerrando el puño del mayor el cual estaba tratando de procesar aquello y descifrando lo que la cálida mirada en los ojitos café de Jungwon quería transmitirle.

Se quedó observando mientras el pequeño se marchaba a paso rápido y torpe hasta que lo perdió en la multitud. Después de varios segundos de tomar el timón de sus pensamientos nuevamente desdobló el pequeño papel en su mano viendo algo perplejo lo que estaba escrito en él.

Lo envolvió y lo guardó en la bolsa de su pantalón mientras suspiraba algo confundido comenzando a caminar hacia la salida del campus.

Media hora le costó llegar a la dirección que indicaba el papel que Jungwon le había entregado, algo indeciso, estaba parado justo al lado del buzón de los Yang. La casa por fuera era linda y le transmitía un aire muy acogedor, nada comparado al triste y frío departamento que su madre le había dejado antes de marcharse sin más.

Caminó unos cuantos pasos más hasta llegar a la puerta de aquella casa dando pequeños golpes en ella. Unos minutos bastaron para que una mujer castaña un tanto más bajita que él con algunas pequeñas arrugas alrededor de sus labios, sonriera algo confundida.

- Ah... Hola ¿Puedo ayudarle en algo?

Sunghoon reaccionó rápido ante la mirada confundida de la mujer. Que chico pálido y vestido de negro, con labios mordidos y resecos se pare frente a tu puerta sin decir nada da miedo. Internamente estaba agradecido de que la mujer no le azotara la puerta en la cara.

- Oh disculpe, debe ser extraño que un chico como yo se pare en su puerta sin decir nada. Soy Park Sunghoon, compañero de su hijo Jungwon.

Sonrió tratando de transmitir confianza a la mujer frente a él la cual no se veía convencida.

- Sé lo que piensa, pero no me está viendo en mis mejores condiciones...- Sunghoon guardó silencio al escuchar una voz bastante familiar dentro de la casa, provocando que la mujer al igual que él dirigieran si vista al interior.