Adore You♡ | Sungwon

21

Habían pasado dos días después del pequeño incidente con Sunghoon, el cual había recibido visitas de sus demás amigos pero no de Jungwon, suponiendo que debía estar molesto con él y no lo culpaba.

Llegó a casa con su madre la cuál nuevamente tuvo que salir para comprar más medicamentos y cosas para la dieta tan rigurosa que su hijo llevaba esta vez.
Se encontraba tranquilo en su cama mientras veía la televisión hasta escuchar que llamaban a su puerta yendo con cuidado totalmente extrañado pensando que era uno de sus amigos, quedó sorprendido al ver a Jungwon frente a esta.

- Hola- Saludó el menor en voz baja sin mirarlo - Quería venir a saludarte.

Aquello hizo que el corazón de Sunghoon brincara con alegría a pesar de lo incómodo que podría resultar después de ello ocurrido.
Sonrió al verlo mientras se aclaraba la garganta queriendo hablar, pero simplemente no podía.

- No debí venir, lo Siento.

- ¡No! Es solo que no esperaba verte por aquí - Dijo Sunghoon mientras lo miraba deteniendolo - Entra, debes estar cansado.

Jungwon asintió entrando a la casa del chico mientras cargaba en sus manos una bolsa con comida que su madre había hecho para compartir con ambos, aquellos vegetales cocidos que Sunghoon odiaba tanto pero ahora quería comerlos hasta reventar y quizá así revertiría todo lo que había provocado en él.

Su habitación estaba en completo silencio mientras Jungwon solamente veía sus pies encontrando las palabras correctas para preguntar sobre lo que había pasado.

-¿Por qué... Por qué no me lo dijiste antes? - Susurró Jungwon sintiendo que sus ojitos se llenaban de lágrimas.

- Porque tenía miedo. No quería preocuparte pero supongo que de todas formas me equivoqué en no decírtelo.

Jungwon asintió mientras levantaba su vista para mirarlo suspirando.

- ¿Desde cuándo lo sabes?

- Desde hace unas semanas. Avanzó demasiado rápido debido a que no me cuidaba y ahora solo queda esperar a que las radiaciones surtan efecto o... O no.

Jungwon asintió nuevamente sintiendo como todo el dolor del mundo se concentraba dentro de él. No podía imaginar el dolor que Sunghoon podría sentir al recibir aquella medicina horrible que debilitaba a su abuela cuando era pequeño, como fue perdiendo su brillo y su esencia hasta que aquella enfermedad se la había llevado. "Esa medicina jamás ha funcionado" pensó.

- Jamás te he dejado de querer Jungwon y aquella vez, todo lo que pasó fue tan real. Solo no quiero lastimarte si algo llega a pasar y me odies el resto de tu vida por ello.

Aquellas palabras fueron suficientes para que Jungwon rompiera poco a poco en llanto abrazando a Sunghoon con cuidado. No quería que nada le pasara al mayor pero a partir de ese momento debía ser fuerte y disfrutar de todo ese sentimiento hasta que la vida los dejara.

- No te odio, jamás lo haría. Debí escucharte y debí insistir para ayudarte. Desde ahora no me alejaré de ti y prometo cuidarte, protegerte y ayudarte ¿Está bien?

Los sollozos del menor fueron en aumento mientras se separaba mirando a Sunghoon.
Ninguno de los dos sabía que podría pasar de ahora en adelante pero no importa, se tenían el uno al otro, Jungwon le daba a Sunghoon la fuerza que necesitaba para salir adelante hasta que llegara el momento que más le atemorizaba.

Los días pasaron poco a poco Jungwon logró que Sunghoon volviera a la universidad. Lo cuidaba como si de un bebé se tratara, todos sus amigos y compañeros también cuidaban de él. Sunghoon estaba feliz de todo aquello porque a pesar de estar débil, Jungwon lo hacía olvidar que lo estaba tratando como siempre lo había hecho.

Además poco a poco dejaban ver el lindo amor que había surgido entre ellos después de tanto tiempo de rivalidades. Se tomaban de la mano y algunas cuantas veces se daban besos frente a sus amigos quieren siempre se escandalizaban ante aquellas muestras de afecto causando grandes carcajadas a los dos enamorados.

Jungwon no sabía si era su novio, si eran amigos, o lo que sea que fueran, estaba feliz.
Feliz de que finalmente algo de paz llegaba a sus vidas y estaban felices solamente siendo ellos. Debido a la enfermedad de Sunghoon y a todas las quimioterapia que recibía habían días difíciles, dónde el mayor no podía si quiera levantarse de la cama pero mientras Jungwon estuviera con él, el cáncer no existiría en su vida y todo era diferente.

Un día después de una sesión estaban en la habitación de Sunghoon mientras su madre estaba haciendo un poco de comida para ambos. Todo iba tranquilo y Jungwon solo podía ver cómo el mayor tenía su cabeza en sus piernas sonriendo mientras suspiraba tranquilo.

La pequeña mano de Jungwon formó un camino desde su mejilla hasta el negro cabello de Sunghoon el cual siempre había Sido tan brillante y suave, cosa que lo hipnotizaba, pero repentinamente la mano del contrario frenó la suya, cambiando el semblante a uno de angustia.

-¿Qué pasa?

- Yo... Solo quiero que tengas tu mano en mi mejilla, es todo.

Las mejillas de Sunghoon se ruborizaron debido a que en los últimos días su cabello había comenzado a desprender mechones. El medicamento era tan fuerte y varios de los chicos que recibían quimioterapia al mismo tiempo que él iban perdiendo su cabello y aquello era inevitable.
No quería dejar de gustarle a Jungwon, solo bastaba con ver su piel dañada u como el vomito no lo dejaba en algunas ocasiones para sentir vergüenza de sí.

Jungwon frunció el ceño mientras sus ojos se encontraban con los de Sunghoon, el cual lentamente soltó la pequeña mano de su enamorado. No quería ocultarle más cosas, le había ocultado tanto que era injusto ocultarle más. Con vergüenza se sentó frente a Jungwon en su cama y con duda pasó lentamente su mano por aquella cabellera negra que alguna vez tuvo brillo, cerrando los ojos al sentir un pequeño mechón de cabello que mostró al chico.

- Hey, está bien - Susurró Jungwon tomando su mano mientras lo miraba - Es... Es algo normal y aún si todo eso desaparece creo que seguirás siendo muy guapo.

Sunghoon sonrió mientras miraba al menor quien de forma tierna se acomodó mejor para abrazarlo. Ambos se quedaron abrazados hasta que la madre de Sunghoon los llamó para comer, pasando entre risas los últimos momentos de luz que quedaban.

.
.
.
.
.
.
.
.
.

Se acerca el final :(
Espero les guste, gracias por leer🌼