Adore You♡ | Sungwon

24

Aquél día había amanecido como cualquier otro. La alarma de Jungwon sonó a la misma hora de siempre, siguiendo su rutina de todos los días para alistarse e ir a la universidad. No había nada de extraño ese día, todo estaba correcto, tomó el desayuno y salió rumbo a la parada de autobuses dónde más estudiantes y personas iban al centro de Seúl para realizar todas sus actividades, como cualquier otro.

Se sentó justo en la ventana como a él le gustaba, el día era un poco caluroso pero aún así ante sus ojos era lindo, a pesar de estar un poco adolorido debido a la maravillosa tarde que había tenido con Sunghoon el día anterior. Se sentía pleno, querido como nunca antes a pesar de toda la adversidad que últimamente estaba en su vida y que jamás se habría imaginado pasar, pero estaba seguro de que Sunghoon saldría adelante de todo porque era realmente fuerte.

Bajó frente a la entrada del campus caminando hasta donde siempre estaban sus amigos, viéndolos alrededor de Sunghoon quien estaba sonriendo llevando aquella gorra para cubrir su cabeza y un bonito bálsamo de labios para devolverles el color rosado que tenía hace meses.

- Hey Jungwon, justo estábamos hablando de ti - Gritó Jay al ver que se acercaba por lo que apresuró su paso hasta llegar con ellos.

Sunoo y Ni-Ki estaban sentados juntos como era de costumbre. Realmente se amaban y por dentro el quería mostrarse de esa forma con Sunghoon ante el mundo, no como su amigo, si no como algo más.

Pasaron aquel tiempo juntos mientras en ocasiones sus labios se juntaban con los de Sunghoon de forma discreta. No sabía en qué momento de su vida había comenzado a sentirse pleno, pero adoraba tanto a Sunghoon que quería disfrutar hasta el último momento con él.

Las clases transcurrieron con normalidad mientras Jungwon explicaba algunas cosas a Sunghoon que él jamás había entendido.

- Eres un maldito genio - Dijo riendo - ¿Sabes? Quizá en algún futuro podrías colaborar conmigo para hacer un refugio de animales.

Jungwon rió ante la idea, la cual me parecía de lo más tierno mientras asentía.

- Mhm, me gusta la idea. Sunghoon y Jungwon cuidando pequeños animales. Tú serás quien los recolecte y yo seré quien lleva las cuentas.

Finalmente la última campana del día sonó, indicando que era la hora de marcharse finalmente. Jungwon quería seguir pasando la tarde con Sunghoon aunque sabía que debía darle su espacio, ya que en algunas ocasiones oía a Sunghoon toser, como si fuese a atrapar un a atrapar un resfriado y debía cuidarlo, debido a sus defensas bajas.

- ¿Estarás bien? - Preguntó mientras cada quien esperaba su respectivo bus.

- Mejor que nunca, Jungwon - sonrió mientras le daba un pequeño beso en los labios al menor, subiendo cada uno a su autobús.

Jungwon no podía dejar de pensar en lo grandiosa y maravillosa que sonaba esa idea. Sabía que Sunghoon adoraba a los animales, a pesar de la dura imagen que daba a relucir al mundo, pero la sola idea de lograrlo en el futuro lo hizo sonreír hasta llegar a su casa, soñando como solía hacerlo desde el primer momento que había visto a Sunghoon en su vida.

Sin embargo la vida no es tan dulce como solía imaginarla y en cualquier momento un trago amargo la arruinaría por completo.

Sunghoon llegó a casa mientras tosia levemente al sentir un poco de malestar en su garganta. El día había Sido pesado para él y necesitaba descansar, sus defensas y en general él estaba muy débil debido a todo el medicamento recibido con anterioridad, así que lo mejor era descansar.

Entró a su pequeña habitación mientras esperaba a que su madre regresara. Solía salir mucho a hacer compras para hacer la comida, así que sin duda comería algo delicioso y realmente lo necesitaba.
Ayudaba a su madre a cocinar recordando cómo Jungwon ayudaba a la suya casa vez que él iba visitarlo, a pesar de no merecerlo debido al daño que le había hecho.

Había deseado ser completamente diferente con él, Jungwon lo había ayudado sin importarle nada a cambio, a pesar de ser un patán con él. Quizá su vida no habría tomado el giro en el cual estaba envuelto, podría estar sano, disfrutando de cada momento con Jungwon sin temor a que fuese el último.

Comió con tranquilidad junto a su madre mientras sonreía. También habría deseado que la relación con la mujer que le dió la vida hubiera Sido mejor, sin tener que enfrentarse solo al mundo real la mayor parte de su vida y tener que necesitar de ella solo cuando no podía valerse por sí mismo.

Después de la comida fue de nuevo a su habitación, realizando algunas tareas que tenía pendientes debido a sus constantes ausencias. Todo transcurria con tranquilidad pero aquella sensación extraña en su garganta no lo deja tranquilo. No hacía frío y ni había invierno que ayudará a enfermarse de la garganta, tampoco alguna otra cosa que pudiera enfermarlo.

Trato de ignorarlo mientras seguía con aquellos trabajos hasta sentir que no podía más, yendo directamente al baño a arrojar algunas flemas que estaban en su garganta que no sabía de dónde provenían. Tenía una sensación bastante extraña que lo atemorizaba. Parecido a los efectos secundarios de sus medicinas, pero aquellas habían sido dejadas de administrarse.

Con cuidado se recostó en su cama para tratar de descansar. Era de noche y su cuerpo todavía no se acostumbraba al ajetreado mundo de un chico universitario.

Tania frío así que con cuidado se cubrió totalmente con las sábanas. No se había acostado con la pijama que solía usar. Si cuerpo pesaba tanto que decidió acostarse con la ropa que había usado todo el día, con aquellas que Jungwon lo había visto esa mañana.

Poco a poco sus ojos comenzaron a cerrase debido al cansancio. Sus músculos comenzaron a relajarse y por primera vez sentía un verdadero cambio en si sentir, cosa que era extraño. Repasaba una y otra vez los buenos momentos que había tenido, en especial los momentos con Jungwon quien si duda alguna había llegado a cambiar su vida.

Se quedó profundamente dormido mientras sus pensamientos cada vez iban vacilando haciéndolo no sentir nada. Absolutamente nada, ni dolor, ni preocupación.
Disfrutaba por última vez la sensación de su cama, de la comida hecha por su madre y de lo tierno que era Jungwon con él, de sus amigos, de los ajetreos de la universidad.

Si agonía estaba comenzando y como era de esperarse su madre entró a su habitación al no recibir respuesta de su hijo a la mañana siguiente.

Y ahí fue cuando el verdadero terror comenzó.

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Perdón por actualizar lento, esta semana fue un poco ocupada, se acerca el final 🥺

Nos vemos en el siguiente cap🌼