Jungwon siempre fue un joven inteligente, dedicado a lo que amaba, incluso si se trataba de Sunghoon.
Sunghoon siendo tan desinteresado partió mil veces el corazón de Jungwon en el pasado.
¿Qué pasará cuando una terrible noticia junte a estas dos al...
Los días pasaron y los chicos cada vez se hacían más unidos. Jungwon juró que podría de su parte para ayudar a Sunghoon con la noticia que había recibido hace días. Gracias a la ayuda de su madre habían conseguido un buen precio en el hospital gracias a una asociación que el doctor Choi había contactado, ver los ojitos de Jungwon rogar en silencio por ayuda había incentivado a los mayores a buscarla y lo habían logrado.
Por su parte Sunghoon y Jungwon habían buscado un trabajo de medio tiempo en un café cercano a la universidad, cuidando siempre que el mayor no hiciera algún esfuerzo peligroso para su salud. Ambos comían en el almuerzo ya que Sunghoon se rehusaba a comer vegetales y demás cosas que el doctor había recomendado, pasaba algunas noches en la casa de los Yang y algunas otras ambos chicos se quedaban en el pequeño pero acogedor departamento de Sunghoon.
- Abre la boca Park Sunghoon, el brócoli te hará bien además debes comerlo- decía el menor con sus dientes apretados mientras el mayor se hacía ligeramente hacia atrás.
- Ya dije que no quiero más, comí hace unos días y con eso es suficiente. - el mayor hacia un gesto de desagrado apretando sus labios cuando Jungwon acercaba los palillos a estos.
- Park Sunghoon debes comerlos, lo prometiste además no los has acabado y ya casi debo irme a clases.
Jungwon hacía pucheros para que Sunghoon comiera las verduras que habían comprado pero por dentro podía jurar que tenía todas las intenciones de abrirle la boca por la fuerza y meter el brócoli sin importar que se atragantara, pero como una señal de salvación la campana que indicaba el inicio de la siguiente clase de Jungwon sonó.
- Estás salvado por ahora Park, pero si me entero que no los comiste yo mismo me encargaré de meterlos por...
- Hey, se te hace tarde ¿No? - Sunghoon interrumpió a Jungwon mientras se levantaba para tomarlo por los hombros y encaminarlo un poco - Tu tranquilo ojitos, comeré todo y también tomaré esas horribles medicinas.
Entre pequeños y tiernos empujones además de regaños por parte de Jungwon, Sunghoon logró finalmente hacer que el pequeño se fuera hasta sus clases volviendo a la mesita dónde ambos habían estado almorzando viendo fijamente el plato lleno de brócoli y demás verduras.
Sunghoon no iba a mentir y es que estaba odiando demasiado la estúpida dieta que le estaban dando. Tenía una enfermedad rara pero no era para que todos lo tratarán como bebé ¿O si? Además extrañaba pasar noches enteras fuera con sus amigos haciendo cosas ilegales o bebiendo en su apartamento o en cualquier otro sitio con ellos. Extrañaba si vida antes de esto, porque no quería sentirse enfermo.
Después de varios minutos y como caídos del cielo aparecieron sus amigos con grandes sonrisa en sus labios. Pareciera que alguien había leído sus pensamientos ya que su amigo Yeonjun le había propuesto ir con ellos está noche a una gran fiesta como antes.
Sin pensarlo Sunghoon aceptó aquella invitación gustoso ya que con las medicinas se sentía de maravilla y un poco de fiesta, alcohol y muchas chicas no le vendría mal luego de meses de preocupación.
- Los veo en clase y seguimos planeando nuestra salida.
Sunghoon sonrió guardando todo en su mochila viendo el pequeño plato de almuerzo con brócoli que Jungwon lo hacía comer. Con cuidado tomó este arrojándolo en el contenedor de basura.
Una pequeña mentira no era mala, después de todo un día sin comer aquello no era malo ¿O sí?
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