Las críticas no paraban de llegar, los ojos de la pequeña Chaer estaban ahogados en lágrimas mientras tapaba su boca evitando sollozar, leía los comentarios cargados de odio y no podía creerlo, quizás su novia tenía razón y eran ellos los que estaban mal, pero ¿y si no? ¿y si en verdad ella era el problema? todas las dudas comenzaron a bombardearla haciéndola estremecerse.
Su novia sabía perfectamente el estrés que le causaban a Chaer los comebacks, por lo que al recibir el aviso de que ya estaba en casa, no dudó en salir más temprano del trabajo ese día. Tal cual, llegó lo más rápido que pudo, tiró su bolso por algún lado de la sala y corrió al baño principal en busca de la pelirroja. ¡Bingo! abrió la puerta con cuidado de no asustarla, viéndola sentada con la notebook entre las piernas; fue más que fácil reconocer su triste mirada al instante.
Frunció los labios, odiaba verla así, su autoestima era algo en lo que aún trabajan arduamente, ninguna se rendiría hasta que eso ya no le afecte... o al menos, en menor densidad.
- ohh mi linda conejita, todo va a mejorar - habló la mayor acercándose a ella hasta tenerla entre sus brazos, recostada en posición fetal y dejando salir todo lo que le atormentaba.- re-realmwnte creí que ya no me afectaría, pero n-no.- alegó tratando de contenerse, un poco más calmada. - sabes que la psicóloga te prohibió esas cosas, corazón. - regañó con suavidad, comenzando a acariciar sus cabellos rojizos, masajeando en círculos de vez en cuando, sabía muy bien que eso podía tranquilizar a Chaer en cualquier situación.
- lo siento, onni.- se lamentó, esta vez sin llorar. Hyorin no le respondió, simplemente tomó su barbilla y comenzó a dejar besos en todo su rostro, se preguntaba cómo la gente podía ser tan cruel con algo tan dulce como su amada, era gentil, hermosa, talentosa, y mucho más. Aquellos besos duraron bastante, intercalando caricias y muestras de amor hasta que finalmente, la menor cayó dormida gracias al cálido interior de su chica.
Desde ese día en adelante, Hyorin juró proteger a Chaeryeong de toda la oscuridad del mundo, aún si no estaban juntas, nunca la dejaría pelear sola.
aawh, Chaer me inspira cosas bonitas, espero que les haya gustado , no olviden darle apoyo tanto al libro como a nuestra hermosa y fuerte Yeong♡
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