Las noches de invierno en pareja se caracterizan por ser dulces, los besos, las caricias, los abrazos y el calor humano son esenciales para disfrutarla. Sin embargo, ahí se hallaba un pequeño chico de orbes cafés, removiendose en la cama mientras sostenía las cobijas con angustia, cubriendo su terso pecho desnudo.
Minho le había entregado su virginidad a su novia, quien después de mimarlo por un rato salió de la casa para consentirlo con algunos snacks. Sin embargo se sentía avergonzado, sólo quería que llegara a casa para acurrucarse con ella y que disipara sus dudas beso por beso, "te extraño" pensó mientras recordaba la manera tan dulce en que ella lo hizo sentir, cada caricia cuidadosa y cada mirada de amor hacían que sus cachetes se colorearan de un suave color rosa.
- ¡llegué Minho! - comentó al abrir la puerta de la habitación a la vez que tiraba su gabardina por alguna silla cercana.
Minho iluminó sus orbes al verla caminar hacia él con sus golosinas favoritas, haciendo que, por inercia, estirara sus brazos para llegar a ella más rápido.- quédate conmigo.- susurró tomando su cintura para hacerla caer suavemente sobre el colchón.
- claro que me quedaré esta noche, amor.- sonrió acomodándose cuidadosamente para recostar a su chico encima de ella, dejándolo comer tranquilamente sus snacks. Después de todo, sabía que estaría cansado y sensible después de su primera vez. Lo entendía.
Minho no ocultó su sonrisa, abrazándola calidamente con la seguridad de que ese sentimiento de angustia desapareciera totalmente. Ahora estaba en paz, sabía que su novia siempre fue la indicada para él, sabiendo que incluso en esos momentos, ella nunca olvidó lo emocional que llegaba a ser y teniendo la certeza de que ella nunca lo abandonaría tan fácilmente.
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espero que hayan disfrutado el capítulo, si notan que la redacción se nota algo extraña es porque muero del sueño 😭🫂
