𝙴𝚙𝚒́𝚕𝚘𝚐𝚘 𝙸𝙸

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"Jamas pense tener que escribirte esto, y ya van incontadas veces que te dije hasta luego en un intento de que suene real. Es que no se me olvida tu nombre, ni tu cuerpo.
Juro haberte sentido en otras risas y verte en miles de ojos. A la distancia les encontraba parecido pero eran un vacio inefable si me acercaba.
Siempre me preguntaba como estabas, si todavia te gustaba hablar en susurro o si ya habias aprendido a mirar antes de cruzar. Si escuchas mi musica o si ya la encontrabas aburrida.
Si has vuelto a escribir cartas de amor a otro corazon o si siguen siendo mias.
Pero de nada me servia preguntar, ¿Que respuesta recibiria?
Solo intente cambiar, dejar de ser quien conocias, a quien amaste y a quien lloraste. Sé que nunca fue justo, te pido perdón por eso.
Y cuanto me arde tu nombre, mas saber que siempre estare esperando coincidir contigo.
Que aunque tome miles de formas, sere un cuerpo desnudo ante tus ojos, trasparente y carente de tu amor.
Admito que tambien eso me enamora, conocerte y que me conozcas.
Supongo que eres el punto y coma mas grande en la historia de mi vida.
Pero aun me quedan tantas cosas que contarte de mi para siempre. Aunque no se con seguridad de que quieras leerlas.
Aprovecho para pedirte perdón si alguna vez te dije te quiero, porque esta sobredicho que no es lo que siento, siempre fui de amarte hasta olvidarme de mi ego.

Fue una señal del universo reencontrarnos aquella noche, escucharte y que me escuches, y por al menos unos segundos sentirme en mi lugar seguro.
Eras vos, y fui yo, nada mas que eso.
Aunque a veces me abruma la oscilacion en la que vivo, escribo contigo o sin ti no escribo.
Entonces, te escucho dormir y el miedo llega.
Por la paz que trae tu ensoñacion o el terror del ultimo adios.
El futuro incierto que nos lleva por un camino que no quiero conocer, que el olvido no es parte de mi ser.
Quiero verte volver, mañana y ayer. Encontrarte cada vez que la mente divague, que mis recuerdos te amen y lo que olvido tambien.
Porque hogar solo uno y amor solo el tuyo.
Hay costumbres que no se olvidan y en mi hay muchas que nacen de tu figura.
Te veo dormida con los miedos a flor de piel, tan pura y de ahi mi mas grande inspiracion, de mi hermosa musa.
Que miedo da que despiertes o despertar yo, porque no se quien sueña mas, si tu o yo.
Entonces la realidad me llega, y de vuelta no estas.
Que efimera se volvio tu presencia y tan dolorsa tu ausencia.
Pero se que por instantes fuiste mia, que dormiste en mi almohada, bajo mis sabanas, y conmigo entre tus brazos.
No lo dijiste, pero se que te despediste.
Fue el adios eterno que todo este tiempo necesitaste, pero yo me quede ahi, en nuestra ultima noche de calor.
No hay otra culpable más que yo, se que no fuiste tu quien lo arruino.
Me llenaste de amor, incluso te vi perderte a ti misma en un intento de encontrarme. Pero siempre jugué a las escondidas.
Lamento cada noche que te viste insuficiente, que creiste que alguien mas borraba tu nombre. Si de algo sirve contarte, desde que no estas, nada he vuelto a sentir igual.
Odio quien soy con los demas, y solo tu conoces quien soy en realidad.

No le pido oportunidades a la vida, ni mucho menos a ti. Porque lei por ahi que el amor de mi vida merece conocer al amor de su vida.
Solo me queda esperar que en otra existencia coincidamos, pero te deseo lo mejor por mientras.

Quiero que mueras por vivir, que rias hasta que la panza te duela, que llores si lo necesitas, que te permitas estar mal, que disfrutes las pequeñas cosas, incluso enamorarte, pero nunca dejes de ser tu. Porque esa locura tuya, esa libertad que aterroriza a mas de uno, y esa espontaneidad hacen mas hermosa tu escencia.
Hay belleza en tu corazón, ese que sufrio por un amor que no lo valoro, pero todavia existen personas que saben amar, tu eres la prueba más grande de ello, asi que jamas recibas menos de lo que das.

Y aunque mi para siempre este de más, quedate en que te elijo hoy y probablemente mañana.
Yo me quedo en lo vivido y nada de quizás...

Att: Wilhemima Venable."

Aquellas palabras me habian dejado atonita, era Mina en su estado mas puro y vulnerable. Sin embargo, hace tiempo que habia tomado una desicion.
Alejarme de Wilhemina fue un acto de amor, quizas no hacia ella, sino hacia mi.
Madurar fue aceptar que ella no era perfecta, ni mucho menos yo. Pero nuestro amor, fue una pobre victima de dos almas fugaces.
Jamas estuvimos al mismo tiempo, y nunca fue mas cierto eso de "persona correcta, momento erroneo".

Tenerla fue una caida libre, y solo hasta que la perdi senti la adrenalina del impulso. Me enrede en otras tantas piernas y me emborrache en su nombre.
Llore por noches enteras hasta que perdi la cuenta de cuantas fueron, incuso dude de todo.
De su cariño,
de su dolor,
del mio,
dude del amor.
Y de nada me sirvio, la copa sigue vacia y nuestra foto en la pared, porque nunca la saque.
No se si por cobardia o simplemente lo olvide, lo importante es que sigue ahi. Como mi amor, ese que nunca se marcho.
Es que pasaron los años, y no me detuve, pero tampoco la olvide. Ella estaba en un matrimonio feliz, y yo... adopte un perro.
La llame "Venny", en su honor, y hasta se parece un poco a ella. Me quiere de a ratos.

Cansada de lagrimas y de dolor, un dia dije basta. Sali adelante, segui con mi vida tal cual como la queria con ella, pero sola.
Y me encontre conmigo, fue un largo viaje de aprendizaje, amor y paciencia.
Jamas me quise tanto, y cuando me vi al espejo con unos ojos rebozados de cariño, la deje ir para siempre.
No espere que vuelva, no espere reencontrarnos. En su lugar, poco a poco deje de extrañarnos.
Era mi duelo llegando a su fin.
Era la muerte de un amor que vivia en las penumbras de su corazon y arraigado en lo mas profundo del mío.
Fue un adios eterno.
Es que pase muchas noches en la deriva extrañando a un alma efimera.
Y me perdi en un intento de alcanzarla, a ella y a su estupido estereotipo de relación perfecta. Porque nada de mi fue suficiente a sus ojos, siempre me falto cariño, ganas, tiempo, años, hasta quizas valentia.
Y jamás me importo si ella no me amaba de la misma forma, porque yo podia convertirme en alguien digno de su amor.
Pero no, siempre se trato de ella y de su indiferencia.
Para Wilhemina nada era suficiente, y yo me cansé de intentar serlo.
Pero lo que en el ayer muere, a los tres días resucita y cual verdugo de los años, el dueño de la picardía la siguió amando. Pero algo había cambiado.
Quizás ya no era dependencia, sino algo real que crecía dentro de mi. Porque seamos honestos, Wilhemina tambien fue el punto y coma más grande de toda mi existencia.
Es que en mi bienestar la elijo, y vaya que ironía.

Habia recibido aquella carta hace un par de meses, y solo hoy tuve el valor de leerla.
Quizas ella esperaba una respuesta, pero sencillamente no la habia.

Entonces ahi acaba, trague saliba y ahogue las mariposas en el estomago.
No habia mas.
No queria mas.
Sin ella se me habian acabado las letras.
Ya no me quedaba vida por escribir.

(Secuela ya publicada en mi perfil, tiitulada "Punto Final")

𝑷𝒖𝒏𝒕𝒐 𝒚 𝒄𝒐𝒎𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora