Capítulo V

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“LO TUYO ES PURO TEATRO”🎭

CAPÍTULO V: “Un amor olvidado, una pareja muy dispareja y una reconstrucción desde cero”

AUTORÍA: Patricia Jiménez

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“El actor ideal no debe tener alma porque tiene que recibir el alma de los demás”

(Vittorio Gassman/actor italiano).

Betty llegó a la empresa y subió directamente a Presidencia. Ni las secretarias del cuartel ni la “Peliteñida” aún habían llegado. Cuando miró el reloj vio que eran las 7.45; le sobraban aún 15 minutos para que empezasen a llegar todos.

B: Ay… –se relajó en el asiento– Un ratito de relax antes de ponerme a trabajar… ¡Qué agradables son estos instantes hasta que recuerdo por qué estoy aquí!

Sacó el libro de “Romeo y Julieta” y recordó que debía llamar a “Doble Johnny” para saber qué fue lo que pasó con las audiciones; así que tomó el teléfono para hablar con él.

J: ¿Aló? –su voz sonaba pastosa; se acaba de levantar.

B: ¡Doble Johnny! ¿Le he despertado?

J: Good morning, Betty! ¡Para nada! I woke up a moment ago! Es que ayer por fin conseguí un Romeo a la altura de mi compañía y estuve celebrándolo con Carmen.

B: ¿No me diga? –se alegró– Entonces, ¿está contento?

J: Mucho, Betty! I’m very, very happy! Estaba desesperado y decidido a buscar a un actor mediocre, cuando llegó un chico… He’s the perfect Romeo!

B: ¿Cuándo podré conocerlo? –John le había contagiado su entusiasmo– Tendré que ensayar con él…

J: Me dejó su número de teléfono y el de su celular. Quedó en pasarse por el teatro mañana por la tarde a las 18:00. Pero, now i don’t remember his name…

B: ¡No se preocupe! Mañana lo conoceré… –no sabía la sorpresa que el destino (o, mejor dicho, Armando Mendoza) le tenía preparada.

J: ¡Es que es un hombre impresionante! No sabe qué entonación… qué voz… qué pasión…

B: Bueno, bueno… ¡Cada vez tengo más ganas de conocerlo! –miró de nuevo el reloj –Le tengo que dejar… –dijo sin ánimos– Pronto comenzará a llegar el personal… No me apetece nada estar aquí…

J: Don’t worry, my love… Yo estaré aquí para lo que necesite. Recuerde que también soy su amigo…

B: ¡Gracias, John!

Betty colgó y enseguida empezó a oír las voces de las secretarias, que acababan de entrar por las puertas del ascensor.

Armando llegó justo a las 8 de la mañana; entró en Ecomoda silbando, como hacía mucho tiempo que no lo hacía. Aura María y Freddy estaban discutiendo sobre su relación cuando le vieron con una sonrisa de oreja a oreja.

A: ¡Buenos días, Aura María! ¡Buenos días, Freddy! –les saludó con energía y alegría– ¿Cómo amanecieron en esta lluviosa aunque feliz mañana?

AM: Buenos días… doctor… –con timidez, pensando que era una trampa para pillarle en algún error– ¿Cómo le va?

A: ¡Muy bien! La vida es preciosa y no ha por qué desperdiciarla. ¡Espero que sigan mi consejo! –entró en el ascensor.

Los dos se quedaron mirándose sin entender lo que estaba pasando. Hacía apenas una semana, Armando entraba en la empresa con cara de pocos amigos, sin dormir, con un guayabo impresionante y dando voces a diestro y siniestro.

Lo tuyo es puro teatro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora