Capitulo 3

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El dolor en su cuerpo era horrible, cada musculo dolía y cada movimiento dolía más que el anterior, lentamente abrió sus ojos encontrándose dentro de una celda ¿Cuál celda era? Su parte baja no dolía por lo que dudaba que lo hubieran violado

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El dolor en su cuerpo era horrible, cada musculo dolía y cada movimiento dolía más que el anterior, lentamente abrió sus ojos encontrándose dentro de una celda ¿Cuál celda era? Su parte baja no dolía por lo que dudaba que lo hubieran violado.

--Suéltalo Shownu

¿Quién lo había ayudado? Recordaba haber oído la voz de otro prisionero, recordaba que alguien había dicho que lo soltaran antes de perder la conciencia, paso la lengua por sus labios secos para tratar de humedecerlos, un gemido de dolor salió de sus labios al sentir el ardor en el labio inferior, estaba partido.

Se percato que uno de sus ojos estaba hinchado por lo poco que lo podía abrir y ver a través de él, giro un poco su cuerpo en la incómoda cama observando mejor el lugar, estaba en su celda pero lo único que no entendía era ¿Por qué habían más cosas en esta? Podía ver más uniformes y varios bóxers negros y blancos, como también unas toallas y productos de limpieza personal.

--¿Qué es esto? –Pregunto sentándose con sumo cuidado-

Si era su celda, entonces no entendía el porqué habían más cosas que no le pertenecían a él, estaba sin la parte de arriba del uniforme y sus costillas estaban vendadas ¿en prisión cuidaban a los presos? Dudaba que así fuera.

--¡Joder! –Se quejo cuando se coloco lentamente de pie- duele.

No sabía qué hora era como tampoco sabía si era de día o de noche, camino a paso lento hasta el pequeño espejo que estaba en la pared, las heridas de su rostro habían sido curadas y desinfectadas como también cubiertas para que no se infectaran ¿Quién hizo eso por él? No tenia algún amigo o familiar que pudiera llevarle ese tipo de cosas y la única persona que seguía viva no quería saber nada de él dado que se había marchado sin decirle al menos adiós, además se había casado importándole muy poco el dolor que la noticia le causaría.

--Hobi –dijo cuando un recuerdo olvidado del rostro del chico llego a su cabeza, todavía podía recordar esa hermosa sonrisa que le regalaba el pelirrojo siempre o al menos antes de engañarlo y de irse de Corea sin decirle que habían terminado-

Hoseok había sido su novio por tres años y su ancla al mundo de la cordura cuando  este se hundió en el dolor y la desolación, Hoseok era esa luz que no lo dejaba perderse en la oscuridad.

Meneo su cabeza tratando de alejar esos pensamientos, después de todo era mejor así, él que una vez fue su solecito no había tenido que ver el monstruo en el que se había convertido, su cabeza dolía por lo cual a paso lento volvió a la cama para recostarse y descansar un poco.

...

No sabía cuanto había dormido pero el sonido de una alarma sonando lo despertó de golpe haciendo que se lastimara por lo brusco de sus movimientos, un quejido salió de sus labios.

--¿Ahora qué mierda es? –Pregunto frunciendo su ceño-

No llevaba ni dos días en ese lugar y ya estaba odiando la maldita alarma que no lo dejaba dormir, con cuidado se coloco de pie y con más cuidado pues sus costillas dolían tomo una de las camisetas que estaban apiladas en un lugar, tenían que ser suyas pues esa era su celda, una vez vestido rodeo sus costillas con un brazo y se coloco enfrente de las rejas, estas se abrieron con la diferencia de que esta vez no estaba ningún oficial para guiarlo.

T̷r̷a̷s̷ L̷a̷s̷ R̷e̷j̷a̷s̷ -Y̷o̷o̷n̷M̷i̷n̷-✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora