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¡Dios! Necesitaba un maldito descanso pensaba el castaño mientras volvía a bajar, sus brazos temblaban y Kang no parecía dispuesto a dejarlo descansar, llevaban más de dos horas ejercitándose y su cuerpo ya no resistía más, al volver a subir sus brazos volvieron a temblar y cedieron a su peso, su pecho impacto el piso al igual que su mejilla derecha.
--Ya no puedo más –Dijo casi sin respiración, su pecho subía y bajaba de manera rápida tratando de llenar sus pulmones de aire-
--Creo que te mereces un descanso –dijo Kang sonriendo ¡Vamos! El chico lo estaba haciendo bien- Ten –dijo lanzándole una botella de agua ¿de dónde la había sacado? ¿Acaso había agua de ese tipo ahí?-
--Gracias –Dijo Jimin sentándose lentamente, cada musculo de su cuerpo gritaba-
--Creo que por hoy es suficiente, para mañana podre enseñarte combate sin armamento y luego iremos avanzando a con armamento.
--No soy fan de las armas –Jimin aborrecía las armas de cualquier tipo, pero no podía hacer nada pues él mismo había utilizado un tipo de arma al asesinar a aquel sujeto-
--Aquí no interesa si te gustan o no niño –Kang coloco su mano en la cabellera del castaño y revolvió su cabello- como viste ayer aquí eso es un seguro de vida, ese objeto puede definir si sobrevives o no.
--Mmmm –solo eso pudo decir, sabía que el peli-negro tenía razón pero eso no significaba que tenía que gustarle-
--Tengo una duda –dijo Kang sentándose a su lado- si eres tan inocente al termino de no gustarte tener armas ¿Cómo demonios terminaste en este infierno? Por santo no creo.
--Hay veces donde el alma más pura se vuelve oscura y resentida –Respondió Jimin observando a la nada- el odio y el rencor pueden cegar hasta al más inocente.
--Al parecer un momento de ira acabo con tu libertad, eso es una mierda.
--Ya lo creo –Respondió suspirando-
--¿Qué libro querías leer? –Pregunto Kang cambiando de tema drásticamente-
--¿Qué? – Pregunto Jimin observándolo confundido-
--Dijiste que querías ir a la biblioteca –Le recordó Kang- ¿Qué libro quieres? Puedo traerlo y luego llevarte a tu celda para que descanses antes del almuerzo.
--En realidad no lo sé –Jimin no había escogido un libro en particular, simplemente pensaba en buscar entre las muchas estanterías para luego irse a sentar en su rincón compartido- pero prefiero buscarlo yo mismo, gracias por tu ofrecimiento.
--De acuerdo, entonces te escoltare a la biblioteca.
--Gracias.
Kang se coloco de pie de un salto mientras Jimin lo hacía con cuidado pues sus piernas temblaban por todo el esfuerzo que había hecho ese día, mañana sufriría las consecuencias de su holgazanería por haber dejando las clases de defensa personal, estas siempre lo habían mantenido en forma.
