Cuatro semanas, casi un mes en el que varias cosas habían cambiado o al menos un chico lo había hecho. Jimin se había transformado de una manera que a muchos había dejado en shock, el castaño entrenaba día y noche junto a Yoongi después de que los puntos fueron retirados de su cabeza, la ingenuidad había desaparecido al igual que la sonrisa que solía adornar su rostro.
--¿Seria por mi culpa? –Se pregunto Min Yoongi sentado en su cama- ¿mis palabras le afectaron?
Puede que fuera su culpa pero tampoco negaría que le gustaba el cambio del chico, Jimin había pasado de ser un niño adorable y delicado a un chico serio haciéndolo eso algo malditamente sexy, pudo presenciar en más de una ocasión como varios de sus hombres se lo comían con la mirada cuando el castaño se quitaba la camiseta sudada para seguir ejercitándose, lo único que detenía a esos bastardos de perseguirlo era saber que el castaño le pertenecía a él y aquel que se atreviera a tocarlo enfrentaría la muerte más dolorosa que alguna vez haya otorgado.
Por otra parte no podía decir que el chico y él hubieran hecho algo que no fuera prepararlo para ese lugar, no había hecho ningún movimiento que le facilitara acercarse de otra manera más intima al castaño por mucho que lo deseara, se estaba haciendo una tortura lenta y dolorosa al menos para sus pelotas el tener que dormir con el chico en la misma celda y prácticamente en la misma cama, su celda solo contaba con una cama matrimonial que había obligado a Kim a traer, como muchas cosas en esta vida el que tenía dinero lo tenía todo, puede ser que su dinero no proviniera de negocios del todo limpios pero dinero es dinero al fin y al cabo. Su poder no solamente se extendía en el territorio de Corea del Sur sino que también en Corea del Norte, Tailandia, China, Japón y uno que otro país latino.
Desgraciadamente el tiempo pasaba rápidamente y sin darse cuenta llevaba quince años en ese hueco, pero tampoco podía quejarse, había logrado muchos contactos nuevos en ese lugar y los negocios afuera estaban siendo llevados por su hijo y su yerno, estos estaban igual de capacitados que él para manejar el negocio sin ningún contratiempo, después de todo las autoridades creían que teniéndolo encerrado podrían parar y desmantelar su imperio, que equivocados estaban.
Observo a cierto castaño salir del baño con una toalla atada a la cintura mientras con otra se secaba el cabello, las gotas de aguan que aun recorrían su torso debían de ser malditamente feliz de poder tocar una piel tan perfecta como lo era la de Park Jimin, Yoongi apretó sus puños para contener con esa acción las ganas tan grandes que tenia se agarrarlo por la cintura, arrojarlo a la cama y subirse sobre su cuerpo para penetrarlo sin prepararlo al menos y embestirlo como un maldito animal en celo.
--Su turno señor –dijo el castaño con esa voz tan indiferente que ahora poseía-
--Que te he dicho enano –lo regaño colocándose de pie-
--Lo siento señor –Respondió Jimin tirando la toalla con la que se secaba el cabello a un rincón para luego caminar a la cama y acostarse sin colocarse el uniforme-
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T̷r̷a̷s̷ L̷a̷s̷ R̷e̷j̷a̷s̷ -Y̷o̷o̷n̷M̷i̷n̷-✓
FanfictionPɑɾƙ Jiɱiƞ cσƞ νeiƞtitɾés ɑƞ̃σs ɗe eɗɑɗ es eƞcɑɾcelɑɗσ ʮ seƞteƞciɑɗσ ɑ tɾeiƞtɑ ɑƞ̃σs ɗe pɾisiσ́ƞ pσɾ ɦσɱiciɗiσ ɑ sɑƞgɾe ʄɾíɑ. Lɑ pɾisiσ́ƞ es el lugɑɾ ɗσƞɗe uƞ "ɑ́ƞgel" pueɗe νσlνeɾse uƞ ɗeɱσƞiσ. Estɑ ɦistσɾiɑ ɱe peɾteƞece eƞ su tσtɑliɗɑɗ. Estɑ pɾσ...