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Estaba furioso, muy furioso ante la situación, mucho de sus hombres habían resultado heridos y unos que otros habían muerto en batalla, Nanon y Kang seguían a su lado disparando a los hombres de Shin Won pero este no se veía por ningún lugar y eso no le agradaba, quería matar al maldito de una buena vez y así tener algo de tranquilidad para volver a la celda y poder terminar lo que había empezado con su castaño.
El piso tembló al igual que las paredes y el techo logrando que las lámparas se movieran de un lado al otro dejando a varios confundidos, volvió de vuelta al presente percatándose que los hombres de Shin Won se retiraban aun sin dejar de disparar para evitar ser tomados como rehenes.
--¿Qué demonios fue eso? –Le pregunto a Kang que estaba cargando su arma-
--Parece que arrojaron una granada señor –Respondió este disparando a uno de los últimos hombres que quedaban en el lugar acabando con su vida- vayan tras los que huyeron, no dejen a nadie vivo –Ordeno Kang al ser el segundo al mando.
--Señor no he podido comunicarme con los chicos del lado Norte –Dijo Nanon llamando la atención de ambos- llame por radio pero nadie responde.
--¿Nisiquiera Yan An? –Pregunta Kang frunciendo el ceño al saber que su novio hubiera respondido así estuviera muy ocupado de alguna manera o de otra-
--Nisiquiera Yan An, intente varias veces y en ninguna hubo respuesta alguna.
--Kang ¿En qué parte fue lanzada la granada? –Pregunto Yoongi con algo parecido al miedo instalándose en su pecho-
--No lo sé señor, pero pareció provenir del lado Nor... ¡Dios! –Exclamo al darse cuenta-
--Nanon encárgate de matar a toda rata que trate de volver al lado Este –Ordeno Yoongi cargando sus armas- luego ordena a los chicos y denle lugar a los cuerpos de nuestros hombres, Kang tú y SeHun vienen conmigo.
--Si señor –dijeron los tres al unisonó para luego seguir al mayor mientras Nanon organizaba con el resto la cacería de los sobrevivientes del bando contrario-
Mientras caminaba por los pasillos solitarios debido al enfrentamiento su mente solo podía confabular el rostro de cierto castaño, rogaba internamente que Jimin estuviera en la celda y de no ser así que por lo menos estuviera bien. Se sentía enojado pues parecía que todo había sido una trampa para apartarlo del castaño o para que bajara la guardia y dejara el lado Norte desprotegido, si a Jimin le pasaba algo no se lo perdonaría jamás.
Seguido de sus dos hombres entro rápidamente a su celda encontrándola desierta, Jimin no se encontraba ahí. Sabiendo ya donde se encontraría camino rápidamente al lado Norte con sus hombres pisándole los talones, el sudor frio recorría su espalda y temía lo peor.
No tardaron mucho en llegar al lugar y ciertamente su temor aumento al ver algunas partes vueltas añicos, el lugar estaba inundado en humo, escombros y muchos cuerpos de sus hombres se encontraban dispersos por todo el piso del lugar.
