CAPÍTULO 48

13K 1.2K 1.3K
                                    

Narra ____.

Interrumpimos el beso cuando escuchamos pasos que se acercaban a la cocina. No nos movimos ni un solo milímetro, me mantuve aferrada a su ruana sin poder evitar dirigir mi mirada a la puerta por encima del hombro de Camilo. Este giró un poco la cabeza para echar un rápido vistazo hacia la puerta, fueron apenas un par de segundos y volví a sentir su mirada sobre mí.

-Camilo- No viene aquí.

Entrecerré los ojos aún mirando hacia la puerta sin prestar atención al joven frente a mí. Sentí como su mano derecha se posaba sobre mi mejilla y me acariciaba con cariño. Con esa simple acción consiguió captar mi atención y hacer que nuestras miradas se encontraran.

-____- Deberías separarte.

Su sonrisa cambió a un tierno puchero.

-Camilo- Oh, vamos. No estamos haciendo nada malo.

Retiró la mano de mi mejilla para comenzar a jugar con uno de los mechones de cabello que enmarcaban mi rostro. Apoyé mis manos en su pecho con intención de separarlo mientras lo miraba seria.

-____- Estamos en la cocina de tu casa.

-Camilo- ¿Y? ¿No es un sitio apropiado para comer?

Suspiré y bajé la cabeza apoyándola en su pecho, escuché su risa y volví a mirarlo.

-____- No puedo contigo.

-Camilo- Yo si puedo contigo, mira.

Y sin previo aviso me alzó tomándome por las caderas para sentarme sobre la encimera de la cocina, yo di un pequeño gritito debido a la sorpresa. Para luego mirarlo enfadada.

-____- ¡CAMILO!

-Camilo- Dime.

-____- ¡No hagas eso!

-Camilo- Solo quería enseñarte que puedo contigo.

-____- Venga, apártate.

Puso cara de pena y mantuvo sus manos firmemente sobre mis caderas.

-Camilo- Realmente no quieres que me aparte...

-____- Lo sé, pero no es momento.

Lo miré con ternura y él volvió a sonreír. Tomé su rostro entre mis manos para depositar un rápido y tierno beso en sus labios. 

-____- Venga, vamos.

-Camilo- ¿Adonde quieres ir?

-____- Lejos de la cocina.

-Camilo- ¿Por?

Señalé a mi alrededor y entonces se rio al darse cuenta de que la cocina estaba cubierta de nieve y escarcha.

-Camilo- Puede que tengas razón.

Le empujé con cuidado y se separó de mí entre risas. Me tendió una mano para ayudarme a bajar. Dudé, pero al final decidí tomar su mano y aceptar su ayuda.

-Camilo- ¿Quieres dar un paseo?

-____- No deberíamos salir...

-Camilo- Solo un paseo rápido...

-____- Pero nos han dicho que nos quedemos.

-Camilo- No pasará nada si no se enteran.

-____- Por esa parte tienes razón. 

-Camilo- ¿Eso es un si?

Me miró suplicante y yo sonreí.

-____- Vale, pero solo si nos quedamos por aquí cerca.

Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora