Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)

CAPÍTULO 2

Narra Camilo.

La hora había llegado y el único inconveniente era que faltaba el protagonista de la noche. Todos lo buscábamos e incluso se me había pasado por la cabeza hacerme pasar por él cuando Mirabel apareció junto a él.

La ceremonia fue un éxito y la fiesta inició. Todos se divertían y yo pude visualizar entre la gente a ____ mirando a su alrededor con curiosidad y una sonrisa en sus labios. Decidí acercarme a ella y sorprenderla. Así que me transformé en ella y toqué sus hombros por detrás.

-Camilo- BU!

____ pegó un saltito para después girarse hacia mí y pegarme un pequeño empujón haciendo que volviera a transformarme en mí. 

-____- ¡Me asustaste!

-Camilo- Perdona, perdona. Era demasiado tentador.

-____- No me digas...

La joven se inclinó un poco sobre mí con una mirada algo desafiante. Cosa que me hizo ponerme algo nervioso.

-Camilo- Pues si, bueno que tal la fiesta, ¿te diviertes?

-____- Pues la verdad es a la primera a la que asisto. Y bueno no conozco a nadie así que estoy algo sola, pero todo es muy bonito y me gusta la música.

-Camilo- ¿No conoces a nadie del pueblo?

-_____- Si, bueno. Hoy conocí a Mirabel. Ah y te conozco a ti, eso ya son dos personas y bueno mi madre también es del pueblo así que tres.

-Camilo- ¿Cómo puede ser que lleves toda la vida aquí y no conozcas a nadie?

-_____- Mi madre no me ha dejado nunca salir de casa hasta hoy.

-Camilo- Bueno es un poco raro, pero mucha gente es sobreprotectora. Tu tranquila te presentaré a toda mi familia, son agradables, les caerás bien.

-____- Muchas gracias, eres muy amable.

-Camilo- Pero antes...¿Bailas? He de confesar que tras verte bailar con mi prima me dio algo de envidia.

Ella soltó una pequeña risa y yo le sonreí.

-____- No te burles de mí, cambia formas.

-Camilo- Oh vamos, prometo que yo no te dejaré caer.

Le tendí una mano como si de un príncipe me tratara y ella la tomó con delicadeza. Me sorprendió notar que su piel estaba muy fría y no pude evitar preocuparme, no era normal teniendo en cuenta la temperatura de la habitación.

-Camilo- Guau, estás helada. ¿Estás bien?

-____- Si, lo siento yo...

Soltó mi mano rápidamente y comenzó a ponerse nerviosa pero reaccioné a tiempo antes de que se apartara de mí atrapando de nuevo su mano y tirando de ella hacia mí haciendo que su pecho quedara a escasos centímetros de rozar el mío. He de admitir que esa cercanía también me ponía nervioso a mí, pero no era el momento de dejar que ella lo notase. Intenté calmarla con una sonrisa.

-Camilo- Ah no, de eso nada, ya has aceptado mi propuesta.

Ella me sonrió de vuelta y dejó que la guiara al ritmo de la música. No me imaginaba que fuera a bailar tan bien, cuando quise darme cuenta era ella quien me guiaba a mí. Estuvimos batallando por quien llevaba el ritmo, no podía prestar atención a nada más que no fuera ella y su cuerpo bailando junto al mío, bueno y a tener cuidado y vigilar la posición de mis manos para no incomodarla. Ella estaba radiante.

La música terminó y ambos nos quedamos quietos muy cerca el uno del otro teníamos nuestras manos izquierdas entrelazadas mientras que con mi mano libre yo sujetaba su cintura y ella apoyaba su mano en mi hombro. Hasta ese momento no me había percatado de lo pequeña que era, le sacaba casi media cabeza.

Comenzaron a oírse aplausos, silbidos y gritos, entre ellos pude distinguir los de mi padre que se acercaba hacia nosotros. Fue entonces cuando me di cuenta de que ____ y yo estábamos en medio de la habitación y todos formaban un corro a nuestro alrededor. Mierda...

Ella pareció darse cuenta también pues se separó rápidamente de mí con un sonrojo enmarcando su rostro.

-Félix- ESE ES MI HIJO UHUUUU. Ven dale un abrazo a tu padre.

Mi padre se acercó a toda velocidad para darme un abrazo asfixiante.

-Camilo- Paa, no puedo respirar.

Cuando me soltó tomé aire y él ya se encontraba frente a ____ presentándose y besando su mano. Cuando mi madre hizo acto de presencia.

-Félix- Yo soy Félix, el padre de Camilo. Me temo que no nos han presentado antes.

-Pepa- Félix, no agobies a la pequeña.

-Félix- Lo lamento mi vida, es la emoción del momento.

Mi madre lo miró enfadada y mi padre la rodeó por la cintura haciéndola girar y caer en sus brazos disipando la nube que se comenzaba a formar.

-Félix- Me recordaron a nosotros la noche que nos conocimos. Batallando por quien llevaba el ritmo del baile.

-Pepa- Es cierto, fue una noche tan linda.

-Félix- Casi tanto como tu.

Mis padres se besaron y yo no pude hacer más que desear que me tragara la tierra mientras miraba de reojo la reacción de ____ que para mi sorpresa sonreía con ternura en la dirección de mis padres, aunque mantenía su sonrojo inicial.

Mi madre me miró y luego miró a la joven, se acercó a ella y tomó sus manos con cuidado.

-Pepa- ¿Cuál es tu nombre pequeña?

-____- Me llamo ____. Es un placer señora Madrigal.

-Pepa- Llámame Pepa querida.

 Mi madre le sonrió con ternura y le retiró un mechón de cabello tras la oreja. Mi padre se acercó a mí y me dio un codazo sin disimulo alguno.

-Félix- Es una chica muy bonita. ¿Cuándo pensabas presentárnosla?

-Camilo- No, yo la conocí esta tarde, tan solo estábamos bailando.

-Félix- Hijo mío, razón de más para ver la conexión entre ambos.

Los comentarios de mi padre junto con la extraña amabilidad que mi madre mostraba hacia ____ hacían que mi sonrojo aumentara por segundos. Mis padres empezaron a llenarla de preguntas que ____ iba contestando como podía, cuando llegó la abuela.

-Pepa- Jamás te había visto, ¿eres de aquí? 

-____- Si, pero mi madre nunca me había dejado salir antes.

-Félix- ¿Quién es tu madre?

-____- La señora Rosa Zapata.

-Félix- ¿Y tu padre? 

-____- No vive con nosotros.

-Pepa- Lo lamento querida.

-____- Oh no, todo está bien.

La abuela entró en la conversación dirigiéndose a _____.

-Abuela- Así que tu eres la hija de Rosa, nunca me expliqué porqué no te dejaba salir.

-____- ¿Conoce usted a mi madre?

-Abuela- Conozco a todos los habitantes del pueblo, aunque tu madre suele mantenerse apartada de la gente, me alegra conocerte ____.

La de cabellos castaños le sonrió y la abuela se giró hacia mí para guiñarme un ojo a lo que yo respondí tapándome la cara con una mano.

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Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que os haya gustado.