Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)

CAPÍTULO 9

Narra Camilo.

Debería de haber respondido algo ingenioso pero en su lugar me quedé callado mirándola.

-____- ¿Estás bien?

Agité la cabeza obligándome a volver al mundo real. ¿Qué me habían dicho? Ah, la cena. ¿La cena? ¿Qué hora es? Bueno da igual.

-Camilo- Perfectamente, casi es la hora de cenar. ¿Te quedas verdad?

-____- ¿Cuánto tiempo llevo dormida? ¿Porqué no me despertaste? ¿Molesté mucho? ¿Sigue nevando? No sé si sea buena idea que me quede. No quiero aprovecharme de vuestra amabilidad. Mi madre debe de estar histérica. No le preparé la cena.

La de ojos castaños comenzó a hablar a una velocidad increíble. Demasiado para mis capacidades de recién despertado. La tomé por los hombros captando de nuevo su atención, intenté recapitular para responder a todo lo que ella había dicho en tan solo unos segundos .

-Camilo- Antes de nada, tranquila. Yo me acabo de despertar también, no sé que hora es, no molestas, no sé como está el clima. En cuanto al resto vamos a la cocina, seguro que ya está hasta tu plato en la mesa. Por cierto, tengo que presentarte a alguien más.

Me miró insegura y yo le sonreí para después ayudarla a levantarse .Dejamos la manta que nos cubría sobre el sofá y tomé su mano para llevarla a la cocina conmigo. Por el camino me di cuenta de que ella seguía llevando mi ruana puesta y no pude evitar sonreír, se veía muy tierna pues le quedaba algo grande. No parecía haberse dado cuenta.

Llegamos a la cocina donde nos encontramos a mis tíos y bueno a mi otro tío Bruno. Aún no me acostumbro. Este último fue el primero en girarse hacia nosotros.

-Julieta- Despertaron. Que bueno que te encuentres mejor ____.

-Bruno- Hola, me parece que no nos han presentado correctamente.

Bruno se acercó a ____ y tomó la mano que yo no sostenía para después depositar un beso sobre esta, lo miré extrañado, mientras que ella solo sonrió.

-Bruno- Mi nombre es Bruno, soy el otro tío de Camilo.

-____- Encantada. Mi nombre es ____.

-Bruno- Es un nombre hermoso para una joven hermosa.

Mi tío me guiñó un ojo haciendo que yo me sonrojara. ____ por su parte emitió una pequeña risa.

-____- Muchas gracias.

-Agustín- ¿Te quedarás a cenar ____? Ya está todo listo.

Mi tío llevaba unos platos hacia el comedor. Y sentí como la mano de ____ se enfriaba un poco.

-____- Eh, no estoy segura. No querría molestar.

-Julieta- Para nada querida, eres más que bien recibida en esta casa. Nos harías muy felices quedándote a cenar.

-____- En ese caso no veo porque no.

Me miró esperando mi aprobación y yo asentí con una sonrisa mientras que ella soltaba mi mano para acercarse a mi tía. 

-____- ¿Puedo ayudar en algo?

-Julieta- No es necesario pero Camilo y tu podéis llevaros esos platos si queréis.

La joven me miró sonriente.

-____- Venga, vamos.

-Camilo- Si, voy.

Llevamos los platos a la mesa del comedor donde estaban ya la mayoría sentados en los sitios de a medio día, con la diferencia de que ahora mi tío ocuparía el lugar frente a mí. Antonio llegó al comedor y ____ lo cogió en el aire haciéndolo dar vueltas para después terminar con él en brazos. La joven hizo un pequeño puchero y comenzó a reclamarle a mi hermano pequeño.

-____- Me abandonaste.

-Antonio- No es cierto, te dejé con Camilo. El te tenía que cuidar mientras yo visitaba a los animales. 

Mi hermano me miró interrogante.

-Antonio- La cuidarías bien ¿no?

-Camilo- Como a una princesa.

Ella pareció sonrojarse un poco y colocó a Antonio en el suelo mientras ambos sonreíamos. Fue en ese momento en el que se escuchó un trueno y mi madre entró al comedor furiosa con mi padre por detrás intentando calmarla.

-Félix- No te preocupes mi vida, lo arreglaremos.

Mi madre le hizo un gesto para que se callara a mi padre cuando nos vio en la habitación y rápidamente mudó su humor.

-Pepa- Despertasteis.

-Camilo- Si, acabamos de encontrarnos con el tío Bruno.

-Pepa- Si, tiene alago que decirnos en la cena.

Una nube se comenzó a formar sobre ella, pero se disipó cuando se dirigió a ____.

-Pepa- En fin. Parece que ya estás mucho mejor pequeña.

-____- Si, muchísimas gracias de verdad.

-Pepa- Estamos para lo que necesites. Me recuerdas a mí cuando era joven.

-Félix- Mi vida, aún somos jóvenes.

Mi padre comenzó a bailar con mi madre mientras que ella reía. Nosotros también reímos. Realmente me alegraba que se llevasen tan bien entre ellos.

Todos estábamos ya en la mesa cuando el tío Bruno decidió hablar.

-Bruno- ____, tu madre va a venir aquí en un rato. Pretende volver a encerrarte. Después de todo sigue nevando.

Un gran trueno se escuchó en la habitación y yo no pude evitar interrumpir.

-Camilo- Pero no podemos permitir que la encierre de nuevo. Eso ni siquiera es vivir.

-Pepa- Vosotros tranquilos que yo no pienso permitirlo. ____ es una persona y merece ser tratada como tal. Con respeto.

-____- Puede que sea lo mejor, además, si mi madre me echa de casa no tendría donde quedarme.

-Camilo- Pues te quedas aquí. Con nosotros.

-Mirabel- Pero no podemos simplemente decirle a su madre que nos quedamos con su hija.

-Camilo- Pues la convencemos. Abuela seguro que a ti te hace caso.

Mi abuela me miró con cariño y yo me giré hacia mi madre buscando una solución.

-Camilo- Ma, tu puedes enseñarla a controlar su don. Al menos podemos decirle eso, donde más seguro que en una casa llena de dones.

-Dolores- El problema es que su madre se quedaría sin nadie que la ayudara en casa si decide dejar que ____ viva con nosotros.

-Bruno- Da igual como, pero si ____ regresa a su casa no volverá a salir.

El tío bruno nos mostró una de las piedras verdes que mostraban sus profecías. En ella se veía a ____ de mayor aún encerrada en su vivienda.

Estaba enfadado, como alguien iba a ser capaz de encerrar a su hija por toda su vida. Además, la echaría demasiado de menos, no quería que se fuera para siempre de mi lado. No sabía porqué me sentía así pero estaba decidido ____ no volvería a su casa, no esa noche.

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A ver como lo resuelven. Espero que os haya gustado el capítulo. Muchísimas gracias por todo el apoyo. Si necesitan algo tan solo escríbanme.