CAPÍTULO 51

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Narra Rosa.

La joven dio una palmada y me miró de arriba a abajo.

-Bruja- Parece que no te ha sentado bien el tiempo eh. En fin, vamos a ello.

-Rosa- ¿Cómo sé que tu hechizo funciona?

Colocó una mano en su pecho de forma teatral mirándome de forma indignada.

-Bruja- Me ofendes querida.

Me estremecí y ella rio de nuevo. Carraspeó para alzar su dedo índice, lo movió haciendo pequeños y fluidos dibujos en el aire, una luz comenzó a emanar de su dedo y un pequeño y discreto rayo de luz fue enviado en dirección al pueblo. 

Sonreí inconscientemente, pero ella me miró seria.

-Bruja- Listo. Ahora lárgate de mi casa antes de que te eche.

Me estremecí y salí rápidamente de la choza para deshacer el camino que había andado y llegar a mi casa en el pueblo donde solo me quedaba esperar.


Narra ____. 

Me encontraba caminando por las calles del pueblo junto a Julieta quien me había pedido que la acompañara a hacer unos recados, yo llevaba una pequeña cesta y charlábamos tranquilamente cuando sentí un pinchazo de dolor en la espalda y comencé a sentirme mareada y ver borroso. La mujer me miró preocupada pues me detuve en seco colocando una de mis manos en mi sien. 

-Julieta- ¿Sucede algo ____?

-____- Solo me encuentro algo mareada.

-Julieta- Ven, siéntate.

Tomó mi cesta y me ayudó a sentarme en el suelo, algunas personas nos observaban con curiosidad mientras que Julieta colocaba su mano en mi frente para comprobar mi temperatura. Me miró extrañada.

-Julieta- ____, tienes fiebre.

La miré sin comprender muy bien a qué se refería.

-____- ¿Cómo que fiebre?

-Julieta- Tu temperatura es alta.

-____- No lo entiendo, es imposible, jamás me había pasado algo así. Mi don no permite que mi temperatura ascienda.

-Julieta- ¿Puedes caminar?

Todavía me encontraba mareada y no entendía muy bien lo que pasaba, pero aún así intenté sonreír.

-____- Lo intentaré.

Ella frunció el ceño.

-Julieta- Si te desmayas puedes darte un golpe y hacerlo peor, inténtalo solo si te ves capaz.

Julieta examinaba mi rostro cuando la voz de un hombre la sacó de su ensimismamiento, ambas dirigimos la mirada al lugar del que provenía la voz para encontrarnos con la figura de Mariano mirándonos preocupado.

-Mariano- ¿Sucede algo señora Julieta?

-Julieta- Oh eres tu Mariano, ____ no se encuentra lo suficientemente bien para caminar. ¿Te importaría ayudarme a llevarla a Casita? Yo no puedo cargar con ella y las compras.

Miré al marido de Dolores algo insegura.

-____- No es necesario Julieta, ya me encuentro mejor.

-Mariano- No es ninguna molestia, de todas formas iba a ir a ver a Dolores.

-Julieta- Muchas gracias querido, no quiero que ____ se esfuerce de más cuando no se encuentra bien.

-____- De verdad que no es necesario.

Julieta me miró intimidándome y haciendo que guardara silencio. Mariano se ofreció a cargarme, pero me negué, en su lugar dejé que me ayudara a caminar apoyándome en él. No estaba inválida, solo un poco mareada.


Narra nuestra querida brujita que ahora se llama Amelia.

Suspiré al ver en mi pequeña bola de cristal, como la pequeña ____ desfallecía y Mariano impedía que se callera al suelo para luego cargarla y continuar el camino a la casita donde Isabela les abrió la puerta. La joven Madrigal se tapaba la boca con las manos preocupada, reaccionó rápidamente echándose a un lado y preguntando a su madre inquieta.

-Isabela- ¿Qué ha pasado? Bueno luego me dices, donde la llevamos. Camilo sigue dormido.

-Julieta- Necesito una cama en su habitación, no podemos tratarla en una litera con la misma comodidad y la habitación que comparte con tu primo es un lugar tranquilo donde ella estará cómoda si despierta y no hay nadie.

La menor asintió.

-Isabela- Casita, ¿puedes encargarte?

Rápidamente una cama de matrimonio entró en la habitación del joven de cabello rizado y ojos color oliva despertándolo de forma brusca. Él miró desconcertado a la cama que había sido colocada al fondo de su habitación, por suerte había espacio de sobra.

-Camilo- ¿Okey? Esto es raro...

A los pocos segundos su prima entró a la habitación seguida por su cuñado que cargaba a ____ en brazos. La más pequeña fue tendida sobre la cama con cuidado antes de que Camilo pudiera reaccionar.

-Isabela- Casita, no era necesaria una cama tan grande, pero gracias.

El cambia formas se levantó algo desconcertado para acercarse a su prima y mirar a la joven que se hallaba inconsciente sobre la cama.

-Camilo- ¿Está bien? ¿Qué ha pasado?

-Isabela- No lo sé, mamá ha llegado con ella y Mariano, fue a coger su botiquín. 

Retiré la mirada de la pequeña bola de cristal para sentarme de mala manera en mi butaca, sostuve la esfera entre mis manos dejándola reposar sobre mi vientre.

-Amelia- Pobre niña.

Puse una mueca de disgusto y dirigí mi mirada al cajón donde había guardado el anillo de Rosa, sacudí la cabeza para alejar esa idea de mi mente. No me correspondía a mí juzgar las acciones de mis clientes, pero esa mujer era realmente de lo peor. Es cierto que había sufrido, pero no más de lo que se merecía. Me encogí de hombros y continué prestando atención a lo que sucedía en la casa de los Madrigal, esta vez en la cocina, donde la pobre Julieta se encontraba rebuscando entre sus cacharros en busca de su botiquín, es cierto que hacía tiempo que no lo utilizaba. 

Aún así he de decir que me sorprendió que comprendiera a primera vista que su comida no podría hacer nada para aliviar a ____.

La mujer abandonó esa estancia para subir las escaleras e irrumpir a toda prisa en la habitación donde el resto se encontraban. La miraron preocupados, pero dejaron paso para que ella se acercara a la cama, volvió a tomar su temperatura y frunció el ceño.

-Julieta- Isa, necesito que me traigas un paño húmedo, Mariano necesito que vayas a la botica y traigas estas plantas, lo más rápido que puedas, dile a doña Elvira que vas de mi parte, si no no te las venderá.

Ambos asintieron y abandonaron la habitación a toda prisa mientras que el joven de cabello rizado miraba a su tía intranquilo.

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@lala_madasi en Instagram.

Ya tenéis el diseño de nuestra querida Amelia en mi Instagram.

Como siempre, siento la demora y espero compensarlo.

Ojalá que os esté gustando. Cuídense. 

Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora