CAPÍTULO 40

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Narra ____.

Estábamos sentados en el círculo abriendo los regalos, estaba sentada al lado de Camilo. Todavía no había terminado de asimilar todo lo que había sucedido, pero me sentía muy muy feliz. Tanto que a mi alrededor habían brotado esas pequeñas flores de escarcha, hacía tiempo que eso no sucedía, estaba demasiado preocupada por Alma y por no hacer daño a nadie, pero en ese momento solamente me sentía ridículamente feliz. 

Más aún cuando la mano del joven de rizos sentado a mi lado rozó con la mía y él decidió tomar mi mano. Lo miré pero él solo sonrió mirando como Dolores abría su regalo. Me sonrojé y sentí como comenzaba a nevar de nuevo sobre mí, intenté calmarme para que la nube rosa desapareciera, pero no lo conseguí. Camilo me miró con una sonrisa entre burlona y llena de ternura yo solo aparté mi mirada avergonzada. 

Solo quedábamos él y yo por abrir nuestros regalos y como ya se habían descubierto al resto de dueños de los regalos era obvio que él me había hecho el regalo a mí y yo a él. Estaba segura de que Isabela tenía algo que ver, pero no iba a decirle nada.

Antonio le entregó a su hermano el regalo que yo había preparado par él y Camilo soltó mi mano para abrirlo. Una sonrisa boba se formó en su rostro cuando vio el peluche con forma de camaleón que yo había hecho a mano. Apoyé mi barbilla en su hombro para mirarlo curiosa.

-____- ¿Y bien? ¿Te gusta?

-Camilo- ¿Lo has hecho a mano?

Me miró y yo asentí.

-____- Mirabel me ayudó.

-Mirabel- Realmente apenas necesitó ayuda, aprende rapidísimo.

Le sonreí a la de gafas para volver a centrarme en el joven de ojos color oliva.

-____- ¿Entonces te gusta?

Él asintió repetidas veces.

-Camilo- Es adorable, muchas gracias.  

Reí un poco y Antonio me tendió una pequeña cajita. Camilo me miró.

-Antonio- Ahora lo mejor para el final.

-Camilo- Espero estar a la altura.

Retiré el envoltorio y abrí la cajita con cuidado para encontrarme con un colgante con un pequeño copo de nieve plateado. Era hermoso. Miré a Camilo.

-____- ¿Es en serio?

-Camilo- ¿Te gusta?

-____- ¡Dios mío, Camilo, es hermoso!

El joven rio un poco y yo volvía a mirar el colgante para después tomarlo con cuidado.

-Camilo- Me alegra que te guste. ¿Te ayudo?

Asentí y le tendí el colgante para darle la espalda y retirarme el cabello.

Narra Camilo. 

Tomé el colgante y no pude evitar ponerme algo nervioso cuando retiró su cabello dejando totalmente a la vista la parte de su espalda que su vestido no cubría y sus hombros desnudos. Tragué saliva y le coloqué el colgante rozando sin querer su piel cuando trataba de asegurar el cierre. 

-Camilo- Listo.

Ella se giró con una sonrisa para mirar de nuevo el colgante emocionada. Suspiré aliviado, había acertado con el regalo y sin ayuda de ninguna de las chicas, realmente me sentía orgulloso de mí mismo. Ya no solo por lo del regalo, la había besado. Había besado a ____ y ella me había correspondido. Y no me había congelado, también estaba muy orgulloso de ella, al igual que todos en la casita. Hoy había demostrado todos los avances que había hecho con el control de su don. Puede que la idea de nuestro cuento de hadas con final feliz no fuera tan descabellada a fin de cuentas.

Ya solo necesitaba reunir el valor para pedirle que fuera mi novia y sabía exactamente como tenía que hacerlo, había imaginado este momento miles de veces antes de quedarme dormido. Me sentía eufórico, nada, absolutamente nada me habría hecho sentir mal en ese momento. Era el hombre más feliz del mundo, me sentía totalmente imparable.

Continuamos charlando todos juntos durante un largo rato hasta que poco a poco cada uno fue retirándose a sus habitaciones. ____ y yo íbamos camino de la nuestra cuanto tomé su mano tirando un poco hacia mí captando su atención. Ella me miró con curiosidad.

-____- ¿Sucede algo?

-Camilo- Quería mostrarte algo.

La miré sonriendo y ella asintió con una media sonrisa algo traviesa, mi corazón dio un vuelco, pero pude recomponerme rápidamente la guie hasta el patio central donde solté su mano. Ella me miró sin entender bien lo que estaba pasando.

-Camilo- ¿Nos ayudas casita?

Las baldosas se agitaron haciendo algo de ruido para luego recolocarse y movernos hasta el tejado. La joven de cabello castaño me miró algo extrañada. Yo reí un poco.

-Camilo- Gracias casita.

-____- ¿Qué era eso que me querías enseñar?

Me senté en el tejado y di unas palmaditas a mi lado para indicarle que se sentara a mi lado. Ella se sentó con cuidado junto a mí y me miró curiosa. Yo solo hice un ademán con mi manos señalándole todo el cielo, no había ni una luz así que la única iluminación provenía de la luna llena y las estrellas. 

Me quedé observando a la de ojos castaños que miraba embelesada el cielo.

-____- Camilo, es precioso. 

Suspiré mientras que seguía con mi mirada fija en ella.

-Camilo- Si, si que lo es.

Yo no hablaba del cielo, ni siquiera lo había mirado esta noche. Ella era lo más hermoso que yo podía observar en ese momento y me arriesgaría a asegurar que era lo más hermoso que jamás podría contemplar. Ver como sus ojos brillaban al reflejar la luz de las estrellas.

Ella se giró hacia mí y retiró la mirada sonrojándose cuando me pilló mirándola yo reí un poco. Ella me mantuvo la mirada con la cabeza alta, creo que la había molestado que me riera. Le sonreí como disculpa y ella me devolvió la sonrisa.

-____- Estoy cansadísima, pero merece la pena aguantar un poco más por estar aquí... contigo.

Estoy seguro de que me sonrojé.

-Camilo- Normal que estés cansada. La nieve, la pista de hielo, ayudarme a decorar, no congelar a ese imbécil... y... bueno, ya sabes... no congelarme a mí. 

-____- Realmente no estoy segura de si puedo controlarlo mejor o simplemente estaba demasiado cansada.

-Camilo- Bueno, teniendo en cuenta que esa adorable nubecita rosa me llenó el pelo de nieve otra vez yo me quedaría con la segunda opción.

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@lala_madasi en Instagram
Holaaaa. Realmente no me puedo creer todo el apoyo que estoy recibiendo tanto con esta historia como con todos los que me habéis empezado a seguir en otras redes.
Jamás pensé que a tantas personas podría gustarle lo que yo hago.
Muchas gracias en serio.

Por cierto ya subí el dibujo del capítulo anterior.

Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora