Capítulo 11

123 17 79
                                    

—Me tienes que estar jodiendo —dijo Zaphod asomado a la puerta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Me tienes que estar jodiendo —dijo Zaphod asomado a la puerta.

—Golems de piedra —dijo en voz alta Skie.

Zaphod, Nathan y Skie habían terminado juntos, y sin un cazador cerca en el peor de los momento. Sí, ellos eran sus ayudantes y tenían una gran experiencia en combate, por supuesto, pero no era lo mismo. Ellos la mayoría de tiempo se limitaban a dar apoyo, no eran la fuerza de ataque principal.

Ademas Skie ni siquiera tenía experiencia combatiendo y estaba herida. Estaba claro que esos golems que montaban guardia justo en la enorme sala por la que debían pasa no les dejarían cruzar sin más.

—Dime que tenemos un plan —rogó Riker mirando al mayor.

—Tenemos un plan —dijo seguro haciendo que los dos más jóvenes lo miraron con esperanza—. Esperar a los demás rezando porque no nos vean y nos persigan esas cosas.

Tan rápido como la esperanza vino se fue.

—Pero no sabemos dónde están, cuanto tardaran en alcanzarnos en caso de que los hayamos dejado atrás o si pasaran por aquí —se quejó Zaphod.

—Tampoco sabemos si hay más caminos... Aunque nosotros al menos no nos hemos encontrado con otro —dijo Skie.

—Será mejor que demos media vuelta y busquemos otro camino aunque tardemos más —suspiró Zaphod.

El de pelo morado dio media vuelta junto a Nathan, Skie estaba a punto de seguirlos cuando algo brillante la deslumbró. Cerró los ojos y al abrirlos miró mejor dentro de la sala hasta ver un pequeño destello que aparecía y desaparecía en un hueco sobre la pared.

Sonrió emocionada al comprobar que era Enver usando una moneda para hacerle señales. ¡Y estaba junto a Mark!

—Chicos esperad —llamó a los otros dos—, mirad ahí.

Nathan y Zaphod regresaron a su lado y miraron hacia donde ella señalaba, también se alegraron al ver al par de cazadores.

—Reencontrarme con mi chikistrikis es lo mejor que me ha pasado desde que entramos aquí —dijo Riker.

Mark les hizo unas señas que Skie no entendió, pero que Riker y Swift sí. Tal vez era algún tipo de código entre cazadores de brujas. En cuanto Mark dejó de mover las manos, y para sorpresa de Blue, Zaphod salió disparado al interior de la sala justo hacia los golems.

Nathan a su lado sacó su arco y una flecha que lanzó hacia uno de esos monstruos de piedra. Los golems tenía una gema naranja justo en el centro de su pecho, era lo único que destacaba en sus cuerpos de piedra, y ahí fue donde Nathan dirigió la flecha. Esta se clavó justo en la pequeña gema y la rompió, el golem cayó al suelo destrozándose en el proceso.

Los otros dos golems, que si tuvieron tiempo a moverse, se acercaron a paso lento pero decidido a Zaphod. El chico lanzó su cuchillo hacia otra de las gemas de los golem, Skie entendió lo que intentaba, pero no sabía si el lanzamiento de Zaphod sería lo suficientemente fuerte y certero como para dar en la gema y romperla.

Witch Hunters | Inazuma Eleven GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora