✧・゜ ↳ broken¡!
〘 twilight fanfiction 〙
❛ the only thing I fear is losing you ❜
Su llegada ya había sido anunciada
en Forks mucho antes, sin saber que
supondría el inicio de su verdadera vida.
〘 cover by me 〙...
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La nota de Jacob me hizo derretirme, y colgué el vestido en la puerta del cuarto. Me he pasado el resto de la tarde sola, devorando el libro que me regaló Emily. Cuando el reloj ha marcado las ocho y media, con el cielo totalmente oscuro desde hace un par de horas, he dejado el libro apartado y me he preparado para ver a Jacob.
A las nueve en punto, unos nudillos tocan la puerta principal, a la que acudo en un santiamén con una sonrisa de oreja a oreja. Frente a mí aparece Edward, vestido elegantemente. Me tiende la mano con una sonrisa.
—Un cambio de planes inesperado ha dejado a tu amado demasiado ocupado como para recogerte esta noche—explica, con su típica sonrisa—, ¿me concedería el honor de conducirla a la sorpresa que preparó para usted?
Aunque me apena que no haya sido Jacob el que ha venido a recogerme, no dudo en aceptar la oferta de Edward. Corremos por el bosque hasta llegar a su casa, donde cambio mis zapatillas cómodas por unos pequeños tacones. Edward me conduce por la planta baja hasta llegar al jardín, donde la decoración me deja con la boca abierta.
Todo está lleno de luces, con una larga mesa decorada y casi vacía. Mis ojos se fijan rápidamente en un pelo castaño que reconozco al instante. Las lágrimas salen con rapidez mientras corro hasta abrazarla, haciéndola reír.
— ¿Creíste que no estaría en tu cumpleaños? —pregunta, indignada —. Eso sí que no podía permitirlo. Feliz cumpleaños, mi pequeña.
Mamá acaricia mi pelo mientras me abraza con fuerza, y yo lloro en silencio en su hombro. Nos separamos después de un rato y besa mis mejillas con fuerza, dejándome claro todo lo que me quiere.
—Pensaba que no volvías de Alaska hasta dentro de un mes... —murmuro, deshaciéndome de las lágrimas.
—Una pequeña mentirijilla para darte una sorpresa, ups.
Sonrío ampliamente y vuelvo a abrazarla. Siento la presencia de alguien más, por lo que me giro para encontrarme con toda la familia Cullen al completo. Carlisle sujeta algo entre sus manos, que me entrega unos segundos más tarde. En su interior, unos papeles me saludan.
Los leo, confundida, hasta que me doy cuenta. Hago un puchero.
— ¿Puedo hacer esto? —pregunto, en un murmullo.
—Claro que puedes —asegura Carlisle, divertido —. Has convivido con humanos toda tu vida, Keira, y todos sabemos que has querido terminar tus estudios desde el momento en el que te marchaste de la que era tu casa. En septiembre empezarás en el instituto de Forks, donde han estudiado Bella y el resto de Cullen.
