✧・゜ ↳ broken¡!
〘 twilight fanfiction 〙
❛ the only thing I fear is losing you ❜
Su llegada ya había sido anunciada
en Forks mucho antes, sin saber que
supondría el inicio de su verdadera vida.
〘 cover by me 〙...
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Retraso el momento de abrir los ojos todo lo que puedo, encontrándome con el silencio más absoluto. Giro mi cuerpo sobre la cama para cambiar mi postura, envolviendo con mayor fuerza la prenda entre mis brazos. Las lágrimas se acumulan en mis ojos, pero no salen. Es como si se hubieran cansado de viajar por mis mejillas.
Los murmullos preocupados de Bella y Edward son lo único que escucho, ambos se mantienen fuera de la casa, debatiéndose entre entrar o no. Estos dos días han pasado mucho por aquí, uno de los días hasta Renesmee estuvo aquí, pero no he tenido fuerzas para ponerme de pie.
Termino haciéndolo al notar la inquietud tan extraña del matrimonio, abriéndoles la puerta. Ambos me miran, entre asustados y aliviados, mientras no soy capaz de aguantarles la mirada.
— ¿Qué ocurre? —pregunto, en voz baja. No tengo fuerzas para hablar...
—Sabemos que estás sufriendo—murmura Bella, mordiéndose el labio inferior—. No sabíamos qué hacer para ayudarte, salvo entregarte esto...
Estiro mi mano para tomar la pequeña caja que sostiene con sus manos. Observo el cartón, sin ánimos de querer saber lo que contiene su interior.
—Era su último regalo —dice Edward, captando mi atención.
Inmediatamente abro la caja, y viendo su interior, los sollozos vuelven. Las lágrimas corren por mis mejillas mientras acaricio el regalo del interior.
—No queremos molestarte de más, pero deberías verla —susurra Bella.
— ¿Sabéis dónde está? —pregunto, en voz baja. Bella asiente.
—Le ayudamos a construirla.
Bella toma mi mano libre y caminamos los tres lentamente, sin utilizar la velocidad vampírica. El frío de Forks se cuela por mis huesos, dejándome claro que estoy viva, sin darme la esperanza de estar teniendo una simple pesadilla.
Caminamos durante varios minutos hasta llegar al destino, que ocasiona que mis lágrimas vuelvan a salir con fuerza. Frente a mí se encuentra una casa preciosa, parecida a la de Sam y Emily. Bella me conduce hasta la puerta principal, que abro gracias a las llaves de la cajita.
El interior de la casa es aún mejor. Una decoración simple, minimalista, pero hermosa. Sin poder evitarlo, mi mirada se fija inmediatamente en la pared frente a la cocina. La pared está llena de fotografías de momentos que ambos compartimos juntos. De nuestra primera cita, del día de Año Nuevo, de la primera cita que yo organicé para ambos...
