𝟶𝟾 || 𝚚𝚞𝚒𝚕𝚎𝚞𝚝𝚎

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─── 𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓
❛ quileute 




     Consigo abrir los ojos con un poco de dificultad, encontrándome con la pequeña habitación de la casa de Edward

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     Consigo abrir los ojos con un poco de dificultad, encontrándome con la pequeña habitación de la casa de Edward. Lo primero que hago es suspirar, observando por la ventana. El tiempo sigue siendo húmedo y frío, pero forma parte de la belleza del bosque. Me pongo de pie y camino hasta el baño.

     Cruzarme con una familia como los Cullen, después de las experiencias personales que he tenido, fue un golpe fuerte en mi estómago. Me resultó imposible aguantar las lágrimas, y tuve que abandonar la instancia para esconderme entre unos árboles a desahogarme. Ninguno de ellos vino a mi encuentro durante un buen rato, cosa que me hizo sentir mejor.

     Necesitaba desahogarme en soledad.

     Tras hacer mis necesidades en el cuarto de baño, me escabullo hasta la cocina para alimentar mi estómago vacío. Tras la lloradera de ayer no pude tomar nada, simplemente caí rendida sobre la cama. Por ello me aseguro de hacerme un desayuno completo conformado por un vaso de naranja recién exprimido, un par de tostadas con mantequilla y mermelada de fresa y un vaso de leche con cacao.

     Acaricio mi tripa una vez que devoro toda la comida, sintiéndome satisfecha.

     Bella me trajo hasta casa después de conocer a la familia, de la cual no pude despedirme por mi lamentable estado, pero esta me aseguró que ellos comprendían y no me juzgaban. También dejó muy claro lo que debía realizar hoy: conocer a la familia de lobos, aunque me avisó que las cosas eran un poco complicadas.

     Quería saberlo, por muy complicado que fuese. Las historias de lobos y vampiros comenzaban a atraparme, incluso empezaban a formar parte de mi día a día.

     — ¿Keira?

     La voz de Bella me despierta de mis pensamientos, y camino con rapidez hasta la puerta principal para abrirle. Una vez que lo hago, su blanca piel y ojos dorados me reciben con amabilidad.

     —Buenos días, Bella—saludo, apartándome de la puerta—. No deberías quedarte en la puerta, sigue siendo tu casa y la de tu marido.

     —No digas tonterías—reprende, llegando hasta la cocina—. Nuestra casa se encuentra lejos de esta, más cerca del interior del bosque. Esta es nuestro regalo de bienvenida. No significa que debas vivir aquí para siempre, por supuesto, pero sí que te sirva como un lugar al que volver siempre que lo necesites.

     Sus palabras realmente me hacen sonreír. Puede que diga mentiras, que simplemente trate de ganarse mi confianza para lograr su objetivo, pero sienta demasiado bien recibir palabras de este tipo después de tanto tiempo.

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 ━ jacob blackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora