|Tory Stark| [Marvel]

|ONE-SHOT:Tory Stark 1991|

|ONE-SHOT: Tory Stark 1991|

Margaret Carter vio por primera vez a Victoria Stark en 1981. A través de los años y hasta el momento, e incluso a pesar las maravillosas palabras de su amigo Jarvis acerca de la pequeña joya de Howard, Peggy había tenido una ligera inquietud al respecto de la famosa primogénita Stark, y aunque nunca la hubiese visto, no podía dejar de pensar en ello.

Si no estuviese completamente segura de que, a pesar de su larga lista de defectos, Howard era un buen hombre, entonces habría estado segura de que cualquier engendro que saliese de su viejo amigo tendría todas y cada una de sus malas costumbres, muchas de las cuales, combinadas con su intelecto inigualable y su ambición desmedida, provocarían en Peggy la necesidad de mantenerlos vigilados tanto a padre como a hija.

Y con la inteligencia que le adjudicaban a la próxima sucesora de Howard y con la educación que suponía había recibido, Peggy estaba casi segura de que la hija sería incluso más temible que el padre. Siendo "casi" la palabra clave. Si hubiese hecho una apuesta al respecto, habría quedado en banca rota. Cuando por fin Howard decidió que era momento de involucrarla en los asuntos de la naciente S.H.I.E.L.D, la niña de la que tanto había oído ya tenía quince años recién cumplidos. Y era todo lo contrario a lo que Peggy había imaginado.

Peggy no conoció a ninguna mujer despiadada ni mucho menos a alguien que pudiese ser llamado Satanás. Las cosas eran muy diferentes en ese entonces, y la Victoria que vivía en esos años era otra persona.

Educada, respetuosa y amable, sus modales eran la viva imagen de Jarvis, más su gran intelecto era un recordatorio de que era la hija de Howard. Una muchacha hermosa, con presencia notable, ojos avellana que brillaban con el destello de asombro y curiosidad de la juventud, mejillas sonrosadas, hoyuelos que enmarcaban su radiante sonrisa, movimientos delicados como los de una pequeña princesa, con el cabello poblado de bucles que se balanceaban cuando caminaba, sus uñas pintadas con hermosos colores y su ropa a la última moda, parecía una muñeca de aparador.

Peggy no tenía idea de que para entonces Howard ya planeaba quitarla de la repisa para jugar a los soldados. Y que tenía planeado usar la sangre de su amado Steve Rogers para poner en marcha sus planes.

[16 de diciembre de 1991]

Victoria le quitó el bastón y golpeó fuertemente a su atacante, partiéndole el cráneo con el golpe, luego regresó el movimiento hacia atrás para hacer un golpe circular al hombre tras ella, destrozando su mandíbula de un bastonazo, giró sobre sus pies flexionando las rodillas y usó el extremo del bastón para golpear el estómago de otro agente, haciendo que escupiera sangre, para luego darle una patada de revés con su talón que lo dejó inconsciente al instante. Se dió media vuelta y alzó el bastón por encima de su cabeza, bloqueando así el golpe que iban a propinarle con otro bastón similar desde arriba, pateó el estómago de su ataque con tanta fuerza que lo tiró contra la pared, oyendo el crujir de sus costillas. Otro de ellos intentó golpearla en la cara pero Victoria se deslizó hacia un costado, dándole un golpe en la garganta que lo dejó sin aire y luego un bastonazo en la espalda que le rompió parte de la columna. Otro agente la apuntó con un rifle pero antes de que disparará Nick desvió el arma tomándola del cañón y le realizó una llave, tirándole al piso y disparándole en la cabeza con su arma de mano.

Ambos corrieron juntos el tramo que quedaba hacia las escaleras, Victoria delante y Nick cubriéndole la espalda. Ya podían oír los gritos de alerta desde el piso de abajo distorsionados por el incesante pitido de la alarma de seguridad. Echaron una ojeada a su alrededor, viendo las decenas y decenas de cuerpos tirados en el piso, con un reguero de sangre por los pasillos. Ya habían acabado con dos de los sub-niveles repletos de efectivos al servicio de Hydra y tan sólo les quedaba uno más. La misión era muy clara: infiltrar, recolectar, aniquilar. Cosas para las cuales el Proyecto Arma-X había sido un total éxito, salvo por la parte de que era tan secreto que las única personas que sabían sobre la misión eran los fundadores de S.H.I.E.L.D. Nick y Tory comenzaron a bajar por las escaleras a paso rápido, vistiendo sus trajes especiales y sus máscaras que cubrían sus rostros por completo.