La Niñera De La UA (+21)

15

Aquella cita entre Mic y Mei pareció bastante exitosa, T/N lo sabía ya que Mei no se había quejado de que los hubieran dejado a solas.

Todo lo contrario, ella y Present Mic resultaron ser tal para cual.

Por su lado, su cena con el profesor fue tranquila y muy agradable.

Le gustaba poder hablar con él de lo que fuera, en un ambiente relajado, lejos del trabajo y con comida deliciosa.

***

Con el paso de las semanas su relación se hacía más y más estrecha, estaba convencida de que él era el hombre ideal, no demasiado perfecto pero tampoco un patán, era natural, seguro y no pretendía ser diferente para agradarle, no le importaban las apariencias en absoluto y nunca la juzgaba a ella por la suya.

La chica no estaba acostumbrada a rodearse de gente que la respetara.

Cuando el incidente en la empresa ocurrió, el CEO le insinuó que debía estar agradecida de que a pesar de su apariencia, aquél repulsivo ser la había deseado, eso le había afectado demasiado en su momento.

Todos solían decirle que debía cambiar su físico pero cuando Aizawa la miraba sólo encontraba en ella un objeto de romanticismo y deseo y le despertaba todos sus instintos naturales de protección y otros más... Ella era objeto de su veneración, jamás se sintió así por nadie antes.

Era cuestión de que ella parpadeara para tenerlo a sus pies, aunque en el exterior se mostrara con esa actitud indiferente y severa, por dentro todo su ser temblaba.

Estar con ella lo era todo, pasar su tiempo juntos, hablar, cuidar de la pequeña Eri, comer, cualquier actividad, hasta la más simple mejoraba su día.

Aizawa se sentía feliz, no sabría describirlo de otra forma, era felicidad pura invadiendo su corazón cada vez que la tenía en sus brazos y de saber que era el único que podía corromperla y llevarla al llanto y luego cuidar de ella como a un precioso tesoro en apenas unas horas y que ella confiaba en él lo suficiente para permitirlo.

Después de todo, la base de una relación como la suya era la confianza y T/N podría confiarle su vida sin reservas.

***

La noche había caído y todo estaba oscuro ya en la residencia de los profesores, Aizawa volvía sigilosamente, después de haber patrullado como de costumbre.

Entró a hurtadillas a la habitación de la niñera mientras se deshacía de sus prendas y su prótesis y se coló en la cama a su lado.

Ella se movió un poco y habló en tono adormilado.

- ¿Sho?...- Preguntó con su voz ronca.

- Shhhhh...- Le arrulló él.- Sigue durmiendo.- Dijo en voz baja y le besó la cien.

Se acurrucó a su lado y como ya se le había hecho costumbre, durmieron abrazados, muy pegaditos, el resto de la noche.

Aizawa solía escabullirse después de sus patrullas y por la mañana abandonaba la habitación tan cauteloso como podía, para no perturbar el sueño de la joven.

Aún así, cada mañana ella se despertaba justo a tiempo para despedirlo con un beso.

Su relación ya no era precisamente un secreto, eventualmente el resto de profesores empezaron a notarlo por su cuenta, aunque nadie hacía preguntas al respecto aún.

Pero Mic era caso a parte, a demás de saber de su noviazgo desde hacía buen tiempo y salir con la mejor amiga de T/N, era testigo de vez en cuando de como su amigo entraba en esa habitación por la noche y salía de ella hasta el amanecer.