Aizawa sacudió la cabeza, intentando dispersar esos pensamientos y se puso de pie.
Se ajustó la prótesis y salió de la habitación para buscar algo de agua.
Al bajar las escaleras tenía la sensación de que había alguien más en la estancia.
Con todos sus sentidos en alerta se acercó a la cocina en silencio, lo más cauteloso que pudo y se dispuso a observar, logró distinguir un movimiento muy ligero cerca de un armario, cerca de la lavandería así que se acercó como una leona que acecha a un antílope y al distinguir que se trataba de una persona, la tomó de los brazos, acorralandola contra la pared.
La persona soltó un grito pero rápidamente Aizawa le cubrió la boca.
- ¿A-azawa?- Murmuró la voz de esa persona por debajo de la mano del hombre.
- ¿T/N?- Preguntó él, retirando su mano de la boca de la chica pero sin dejar ir sus brazos.
La mantenía pegada contra la pared.
- ¿Qué estás haciendo?- Preguntó ella.
- ¿Tú que estás haciendo? Pensé que alguien había entrado a la residencia.
- N-no, sólo estaba buscando un bombillo de repuesto, el de mi habitación ya no prende.
Aizawa suspiró sin soltarla aún.
- Mmmmmh- Gimió ella.- Aizawa, me estás apretando muy fuerte.- dijo ella algo avergonzada, refiriéndose a sus muñecas.
La forma en que lo dijo sólo hacia que él quisiera apretar más pero se mantuvo concentrado y aflojó un poco el agarre, acercándose a su rostro.
Los recuerdos de su sueño vinieron a su mente y aunque no podía verla en la oscuridad, podía imaginar perfectamente esa expresión suplicante en su rostro.
- ¿No vas a soltarme?- Preguntó ella confundida.
Él despertó y la soltó.
- Lo siento.- Dijo alejándose.- Los bombillos no están ahí. Están en el almacén de la lavandería.- Añadió acompañándola hasta ahí.
Prendieron la luz del lugar y le indicó dónde estaban, miró hipnotizado el movimiento de sus prominentes caderas y sus grandes muslos mientras ella los alcanzaba.
Siéntate en mi cara.
Pensó.
Ya con el repuesto, los dos volvieron arriba y él le ayudó a cambiarlo.
- Ya quedó.- Le dijo mientras prendía la luz.- Aunque pudiste esperar a que fuera de mañana.
- Lamento haberte causado molestias.- Se disculpó la chica.
Su rostro redondo y gordito lucía adorable con esa expresión de disculpa.
Él negó.
- Está bien. Bueno, será mejor que vuelva a la cama. Buenas noches.
- Descansa, Aizawa.- dijo ella amablemente.
Aizawa volvió a su habitación.
Dios, esas piernas tan carnosas. Pensaba. Y sus caderas ¿Cómo se verá montandome?... No! No está bien pensar así... Pero es que, todo su cuerpo luce tan estrujable y ella es tan malditamemte dulce que quisiera comerla.
Follarla hasta el cansancio y luego cuidarla y consentirla.
Su entrepierna se comenzaba a abultar y el calor se apoderaba de su cuerpo.
- Maldita sea.- Murmuró mientras se agarraba la entrepierna por encima del pantalón y la apretaba un poco.
Una parte de él se sentía culpable de usar la imagen de aquella dulce y esponjosa personita para autosatisfacerse pero la otra no dejaba de exitarse al pensar en ella, en su cuerpo lleno de carne y curvas y su rostro plagado de adorables expresiones.
No paraba de pensar en cómo sería su lado sensual y su lado sumiso.
De algún modo quería que fuera una brat que lo desafiara pues moría por azotar su trasero con la palma de su mano y sentir su suave piel.
Metió su mano en sus pantalones y se acarició un poco, a la vez que se mordía el labio.
No podía parar de pensar en cómo sonaría la voz de aquella joven rogando por más y llamándolo señor
Abrió sus pantalones y sacó su erección para comenzar a atenderla con una de sus manos.
Pensaba en como serían aquellos pechos al tacto, si eran tan blandos y suaves como parecían y los ruidos que haría ella si los mordía.
- Ahhhg- Gruñó mientras seguía estimulandose.
¿Cómo se sentiría si fuera ella quien lo tocara? ¿Cómo se sentirían aquellas manos al rededor de su miembro? o mejor aún, su boca.
Quería correrse en aquella boquita de lengua rosada y labios rojos y en ese redondo y sonrojado rostro de ojos llorosos y pequeños.
Quería golpear ese rostro con su falo y meterlo hasta su garganta.
Quería follarle la boca muy profundo y tirar de su cabello y luego hacerla suya una vez tras otra.
El solo pensar en inclinarla sobre el escritorio y subir su falda para azotarla y penetrarla le hacía alucinar.
Se sentía más exitado que nunca, ella estaba en la habitación del frente, muy cerca.
Quería entrar ahí y hacer que ella se arrodillara y pisarla.
Quería dominarla.
- Mierda.- Exclamó a la vez que se venía.
Se quedó un momento con la respiración agitada.
Su mano estaba llena del mismo semen con el que quería llenar su vagina hasta desbordarla.
Mientras se quedaba dormido se imaginaba como sería abrazarla mientras ella permanecía débil por toda la actividad y acariciar su cabello mientras descansaban, agradecerle por permitirle usar su cuerpo y llenarla de dulces palabras.
La necesito.
Pensó.
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Las dos manos donde pueda verlas!
Son unas cochinotas de veras, caray no tienen remedio.Espiar a un pobre señor mientras se la jala, que vergüenza!
Aizawa pensando que está seguro en su habitación y ustedes ahí 👀.
Bueno, ojalá les haya gustado, como podrán notar en esta historia el lenguaje es bastante más explícito, por algo es +21 y se vienen palabras más fuertes, para que no se me espanten.
Nos vemos el martes, besitos.

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La Niñera De La UA (+21)
FanfictionPlus size T/N T/N es una mujer muy trabajadora, de ser directora creativa de una gran marca de indumentaria para héroes pasa a perder su empleo y como medida desesperada se convierte en niñera. La UA busca una persona que pueda estar tiempo completo...