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Una alarma comenzó a sonar y ella se despertó algo confundida.

No estaba en su habitación, estaba en otra mucho más sencilla, con pocos muebles y cortinas que apenas dejaban pasar la luz.

Alguien gruñó a sus espaldas, era Aizawa que dormía abrazado a sus sábanas en lugar de cubrirse con ellas, lleva únicamente los boxers y estaba más despeinado que de costumbre.

Apagó la alarma y se giró para mirarla.

- Buenos días.- Dijo en tono somnoliento y con una ligera sonrisa.

- Buenos días.- Le regresó la sonrisa y se acercó para besarlo en los labios.

- Tengo que ir a dar clase.- Dijo.- Pero tú puedes seguir descansando, Eri entra más tarde. Puedes quedarte aquí, no me molesta.- le acarició el cabello y el rostro, dejando amorosos besos por todo éste.

- ¿Volveré a verte por la noche?- preguntó ella.

- Mmmmmmh, no lo creo, tengo que patrullar y vuelvo hasta la madrugada.

- Entonces te dejaré mi puerta sin seguro para que llegues a dormir conmigo.- Respondió la chica.

- Eso suena bien.- Dijo él sin dejar de repartir besos por su rostro.

- Se te hará tarde.- Ríes.

***

Luego de que Aizawa se fuera, ella se quedó en su cama un poco más para espabilar y se levantó al cabo de un rato.

Recogió su ropa del suelo y le hizo gracia dejarle su sostén por lo que lo puso debajo de su almohada y se fue.

Se aseguró de levantar a Eri, darle de desayunar y prepararla para sus clases.

Como cada mañana, llegó Mirio muy puntual para llevarla y cuando ya no había nadie en la residencia volvió arriba para despejarte un poco.

Por primera vez tenía tiempo de procesar todo lo que ocurrió anoche.

Su rostro se sentía caliente mientras pensaba en todo aquello, la forma en la que él la guió con sus órdenes y lo bien que se sintió sediendole el control.

En su anterior trabajo no podía darse ese lujo y siempre estaba muy estresada y le gustaba como se sentía el entregarse y obedecer.

Aunque en ese momento él había sido autoritario y serio recordaba lo tierno y gentil que se comportó después de la acción, le gustó sentirse como una niña mimada.

***

Por la tarde la chica llevó a Eri a jugar en los jardines de la UA, la niña corría alegre persiguiendo a una mariposita blanca mientras su niñera la observaba desde la sombra de un árbol.

Aizawa las vio por una de las ventanas de la sala de maestros.

- Look, there are your daughter and your future wife.- Exclamó Present Mic parándose a su lado.

(Traducción: Mira, ahí están tu hija y tu futura esposa.)

- No digas idioteces.- Renegó el pelinegro ahuyentando a su mejor amigo.

- Sí claro, idioteces.- Se quejó Present Mic.- Desde que sales con ella no haces más que suspirar a la nada y sonreír de repente.

- Yo nunca sonrío.- Respondió él.

- Sonríes con la mirada.- Recalcó Present Mic.- Y te conozco hace más de diez años, así que no puedes engañarme.

- De cualquier forma no es momento para hablar de matrimonio.- Suspiró el pelinegro.- No me sales esta relación con tus tonterías.

La Niñera De La UA (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora