La Niñera De La UA (+21)

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Holi

¿Hicieron su tarea de investigación?

¿CÓMO QUE CUÁL?!!!

Sobre el collar!

Bueno les doy chanse de que vayan a investigar ahorita, aquí las espero...
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¿Listas?

Ahora sí, hora de leer.

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T/N estaba consternada.

Un collar en una relación como la suya era mucho más que una simple pieza decorativa.

Era un símbolo de compromiso comparable con un anillo de bodas.

- Antes de que me respondas.- Dijo Aizawa.- Necesito aclararte que para mí, este collar representa que eres mía y estás bajo mi cuidado, necesito saber si estás de acuerdo con eso, antes de aceptarlo.

T/N aún no era capaz de articular palabra alguna.

- ¿Y si lo acepto que pasará?- Preguntó.

- Me hubiera gustado planear una ceremonia o algo más elaborado para tí, pero creo que este es el mejor momento. Diremos algo como unos votos y luego pondré ésto en tu cuello.

- Lo es...- Dijo ella con el corazón a punto de salirse de su pecho, se sentía tan feliz que no sabía cómo expresarlo.

- ¿Entonces lo aceptarás?- Preguntó él con cautela y ella asintió aún embobada por el collar en la caja que descansaba sobre sus muslos desnudos.

-Sí...

Él saltó a abrazarla.

- Entonces déjame improvisar un poco.- Le dijo.- Ve al ofuro a darte un baño mientras preparo algo.

- Sí mi señor.

Obedientemente se encerró en aquella habitación y se dió un buen baño con agua caliente.

Se secó el cuerpo con una toalla y se acercó al lavabo para colocarse algo de su perfume favorito  y secarse el cabello.

Aizawa tocó la puerta suavemente y ella la entre abrió.

- ¿Estás lista querida?- Le preguntó.

Estaba muy guapo, con un pantalón de vestir y una camisa negra de botones arremangada  y abierta hasta antes de llegar a sus pectorales.

Su cabello estaba recogido en una media cola y olía muy bien.

- Sí, mi señor.

Él sonrió y le indicó que saliera.

Ella dejó el ofuro, envuelta en una toalla, apagó la luz y cerró la puerta, su habitación estaba decorada con las velas de la otra vez por lo que la luz era tenue y había un delicado aroma invadiendo el ambiente.

Su cama estaba tendida y al centro de ésta yacía la caja con el collar, cerrada.

- Esperaba tener ocasión de hacer algo mejor pero espero que esto sea suficiente para mi niña buena.- Le acarició el rostro.

- Es perfecto.- Dijo ella.

- Deja esa toalla, tengo otro regalo para tí.- Le dijo.

Ella dejó caer la toalla y él sacó una bolsa negra de alguna tienda de lencería de la que extrajo un bello conjunto negro de encaje.

Sacó de él el sostén, que en realidad no cubría mucho ya que era traslúcido. Y se lo puso a la chica, quien extendió sus brazos para facilitarle la tarea al hombre.