La Niñera De La UA (+21)

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Al terminar el pastel, Aizawa y T/N se despidieron de los estudiantes y volvieron a su respectiva residencia.

- Son adorables.- Dijo T/N.- es como si tuvieras 20 hijos.- Rió.

Aizawa pudo una cara de horror que hizo a la chica estallar en carcajadas.

- Creeme, si yo fuera el padre de esos mocosos, no serían el desastre que son.- se quejó.

Aunque en el fondo sabía que les tenía cariño a todos.

Subieron juntos y se metieron en la habitación del hombre.

Ella lo abrazó lentamente y se acercó a su oído.

- Te he visto envolverlos con esto cuando te hacen enojar.- Dijo ella en tono seductor, tirando de su arma de captura para acercarlo más.- Y también se que sueles atar a los villanos... ¿Por qué no me muestras un poco de esa disciplina?

Aizawa tragó en seco, acariciándole la cintura y sintiendo como ella recorría con su otra mano, la superficie de su cinturón.

- Que atrevimiento el tuyo, querida.- Sonrió él.- ¿Tanto así quieres que te castigue?

- Se lo su imploro, mi señor.- Le respondió ella, en tono suplicante.

- Desnúdate.- Ordenó él en tono severo.

- Sí, mi señor.- Ella se alejó con una sonrisita y poco a poco se fue deshaciendo de cada prenda que cubría su cuerpo.

Él la miraba con detenimiento, se acercó a ella lentamente y la examinó de los pies a la cabeza.

- Ahora arrodíllate, zorra.- Le indicó.

Ella se dejó caer sobre sus rodillas sin apartar la mirada ni un segundo de aquel ojo negro y deseoso.

Él alzó la mano y le dió una bofetada, ella se quedó con la cara volteada y su cabello cubriéndola como una cortina. Él La tomó del rostro, apretando sus mejillas y la obligó a mirarle nuevamente.

- Abre la maldita boca.- Dijo. Ella Obedeció y él escupió en ella.- Bien...- añadió, satisfecho.- Lo que haremos hoy es nuevo así que quiero que me digas si recuerdas tu palabra de seguridad.

- Sí mi señor.

- Dila.

- Niñera.

- Bien, buena chica, no dudes en utilizarla si algo de lo que sucede te hace sentir mal o te lastima.

- Sí mi señor.

- Voy a atarte y realizaré una suspensión ¿Estás de acuerdo con eso?

(N/A: Suspensión significa que la va a colgar como piñata y le va a dar con el palo 7u7.)

- Sí, mi señor.- Dijo ella con evidente exitación en el rostro.

- Ponte de pie.- Ordenó a la vez que la soltaba.

Ella así lo hizo y él se retiró la bufanda del cuello, usando la misma y la técnica de Shibari para inmovilizarla.

Normalmente, el Shibari debía realizarse con sogas de fibras naturales pero hacerlo con la bufanda era parte de la fantasía.

Realizó diversos nudos hasta tejer un hermoso y complejo arnés al rededor de su torso y abdomen, las habían sido torcidas para crear una forma un poco más similar a la de una soga y pasaban justo por encima de los pezones de la chica, creando una sensación demasiado excitante.

Los nudos y ataduras fueron descendiendo hasta la zona pélvica, dónde las cintas fueron acomodadas estratégicamente para hacer presión en los lugares indicados.