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—¿En serio tenías que decir eso de Eve y Sou, Mafumafu?— Soraru estaba algo molesto.
Desde entonces Eve no había dejado de molestarlo con que ya no podía ver a Sou a la cara sin entrar en pánico, y el chico de la silla no tenía más que dudas, y quería hablar con su amigo desde hace días.
Mafumafu sólo se encogió de hombros.
Estaban sentados en el patio del colegio, habían encontrado un poco de paz sin que ninguno de los dos los invadieran buscando consejo.
—Mafumafu —lo llamó el pelinegro haciendo que el castaño lo mirara—. ¿Por qué me besaste ese día?
El chico bajó la vista al pasto de nuevo, tardó en sacar su cuaderno y escribir.
"Lamento ese beso. No lo haré de nuevo"
—¿Qué?
Mafumafu comenzó a guardar su cuaderno en su mochila, dispuesto a irse, pero Soraru tomó su muñeca para no dejar que se vaya, frenándolo.
—Mafumafu, ¿en serio lo sientes? ¿Te arrepientes? ¿Por qué?
Mafumafu ya no se dignaba a mirarlo, escribió bruscamente.
"No fue nada. Me voy"
Y dando un tirón, liberándose de su agarre, se fue.
Soraru quiso ir tras él, pero viendo que el chico había comenzado a apurar su paso, casi corriendo para alejarse, lo dejó ir.
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