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Interés
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Shuuya Goenji
Un hombre de no más treinta años, de piel morena y cabellos color crema cayéndole a los hombros con unos orbes chocolate que derriten a cualquier mujer que pasa delante de él.
Reservado, serio y misterioso.
Médico cirujano y con especial pasión por la cocina con un sazón especial en cada platillo.
Sus pasatiempos más conocidos por aquellos medios de comunicación, dado a su fama por operar a celebridades ante su joven edad son:
El fútbol, natación y snowboard, de igual modo el barismo, orfebre y competir en carrera de motocicletas.
Hasta la fecha, no se le ha conocido ninguna relación aparente o relacionada, aún si varias mujeres del medio del espectáculo y colegas se le han insinuado.
De igual modo se rumorea que la modelo internacional Nelly Raimon le ha echado el ojo encima y que se les ha visto de "casualidad" en varias fiestas y eventos especiales.
¿Será ella quien gane el corazón de hierro de Goenji?
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Entre abrió los ojos y bostezo poco después, observó la hora en el reloj digital y se descubrió de las sábanas poniéndose de pie y empezar un nuevo día.
Para las siete de la mañana ya había realizado las rutinas diarias de ejercicio y ducha como desayunar y ahora se dirigía sin prisa al hospital para iniciar su jornada en aquel convertible rojo.
En aquel recorrido diario podía observar a otros andar en medio de transporte, bicicleta o pie, diferentes rostro y apariencias, acciones y hechos que le hacían pensar en la maravilla del creador.
Entonces aquellos ojos chocolate se encontraron con unos ambarinos fieros.
Escasos segundos que parecieron horas se clavaron en la mente y casi hacerle olvidar que el semáforo cambio de color.
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Reconocía aquellos ojos, ese auto caro y aquel rostro serio, gruño y volvió la mirada al camino.
Las voces de los demás se distorsionaban en la cabeza, chicas chillando de emoción por algún chico, chicos idiotas retándose a realizar actos idiotas, adultos pensando en las deudas y problemas del día a día.
A veces él solo quisiera poder ser libre de aquel mundo y volar lejos.
Con dieciséis años, ya debía mantener un hogar el sólo, su hermano mayor inválido y ciego debía ir a terapia, lo cual requería de dinero para eso, el problema era que sus padres eran unos buenos para nada.
La mujer que los parió agradecía que después de tenerlos a ellos tres se hubiera operado, y es que tenía un medio hermano que vivía con aquel padre de dinero que la mujer consiguió, a diferencia de ellos dos, cuyo padre huyó dos años después de que por un accidente, culpa del alcohol en ambos desconsiderados, Yuuichi perdiera la vista.
—Kyousuke –llamó Hakuryuu al mencionado para ingresar ambos al aula donde ya varios compañeros estaban.
Dos tercios de su vida los consideraba una mierda, los cuales representaban a ambos padres y a la sociedad de mierda.
Pero el restante lo abarcaba Yuuichi y Okita, Hakuryuu, Yukimura, Masaki, Taiyou, Lalaya, Nanobana, Hiura y Asuto. La tutora del curso Ulvida y Orientadora Aki, el director Endou y la enfermera Fuyuka, el detective Akio, este último quien llevaba desde hace un año el caso de la asesinato de la mujer que le dio la vida.
Aquellas personas que le mostraban que el mundo no era del todo una mierda, que le demostraban con acciones, hechos y sentimientos que el universo, la gente no eran totalmente una mierda.
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