Encanto
Los días transcurrían sin el menor problema, ahora lo siguiente en la lista era hacer a Yuuichi caminar, pero todo era dar un paso a la vez, con que el mayor tomara su tiempo para adaptarse a algo primero sin prisas era la mejor opción.
Y claro que el humor de Tsurugi cambio para bien, algo que Lalaya adoro. Ver las sonrisas de este y su risa melodiosa que casi se desmaya, pero aquello no quedaría solo en ello, por que ella lo quería mas que un amigo.
Pero la mala suerte de Lalaya para poder tener a ese chico en sus brazos se extendía, y Hiura suspiraba notando aquello también por Inamori, pero este estaba mas apegado al chico con el cual ahora empezaba a conversar mucho mas que con él.
Lalaya y Hiura no se quedarían solo viendo.
Pero un tercero no se quedaría tampoco sin probar de aquel muchacho que, y gracias a Kidou y que posiblemente Shirou lo mataría, pero valdría la pena si al menos recibía un tacto de ese chico, pero tal cual como los otros dos menores, en espera de una oportunidad, Asuto tumbaba todas las armas de esos tres teniendo para él a Tsurugi, ambos sin notar el fulgor de el trío, siendo solo ellos en su mundo de felicidad y en sueño que siquiera los exámenes les preocupo.
Pegó la espalda a la pared de su cuarto hasta que quedo sentado y abrazado a las piernas ocultando el rostro. Al menos aun quedaba una hora para que Yukimura llegara de su salida al cine con sus amigos, y entre ellos uno del cual le tenía eterno rencor por tener el descaro de abrazar, coquetear y seguro tocar mas de lo debido a su sobrino.
-Ese pequeño demonio vestido de cordero cree que podrá quedarse con mi niño, esta equivocado... Pero... Yuki bebé cree que tengo algo con el bastardo de Shuuya... -se ahogo mas en su dolor y frustración.
¿Porqué tuvo que ser su tío? ¿Porqué no había nacido como un chico de su edad? ¿Porqué?
Grito frustrado, tironeo de los cabellos platinados y se regaño a si mismo por haber nacido diez años antes que su sobrino en las misma familia.
-Ese tal Taiyou no se saldrá con la suya. Sea como sea lo alejare de mi bebé Yuki.
Pero el de cabellos naranjas no tenía a nadie de su edad en mente, sino a ese maestro, Tenma justo estaba también en el mismo cine que ellos, e iniciada la función se disculpo yendo al baño para ser recibido en uno de los cubículos separados al maestro del cual no se espero y se lanzo a besarlo con desesperación sintiendo las manos ajenas recorrer por debajo de las ropas esa piel deliciosa.