Interacción
—Perdida de la vista por un choque automovilístico, nació con la columna dañada y no llevo hasta tiempo después terapia –informó Kidou a Shuuya en el despacho de este último quien, se encontraba tecleando con habilidad en el computador —¿estás escuchando?—Te escucho, pero sé que tú, o alguien más puede hacer "obras caritativas" –movió el mouse y mando imprimir. Le miro sabiendo que detrás de aquellas gafas, Yuuto le miraba seriamente —tengo una agenda llena hasta dos años. Por qué no consultas con mi padre, el tiene un corazón de pollo como tú y Haruna.
—El mismo me envió contigo –respondió masajeando el puente de la nariz y acomodar las gafas –este chico necesita de ti. De tus manos. Además... su hermano menor pidió que tú seas quien lleve acabo la cirugía.
///¿Más dinero? ///le era una total intriga saber en qué gastaba tanto dinero Yuka, aunque no era difícil saberlo, prefiriendo el desentiendo en aquello ///ya te envié dinero la semana pasada, y papá te deposita cada mes///Yuka Goenji era amante de las compras, de salir con las amigas a comer y disfrutar de las fiestas y veladas glamurosas.
///Es para un libro de la universidad, en serio lo necesito ///la chica de teñido cabello rosa que cubría parte del pecho descubierto al estar dándose un baño de sol en aquel paradisiaco lugar en islas del Caribe ///es importante///
Estacionó el auto frente a la casa que el gps le guió con la dirección de referencia dado y enviado desde el móvil///está bien, pero no enviaré nada más///
Mentira. No importaba las mentiras que sabía la menor le decía, con tenerla feliz era suficiente, pero a veces, realmente quería que su hermana hiciera algo de provecho.
///¡Eres el mejor! ¡Te amo! ///
Dos minutos después en que la transacción fuera realizada y la menor no dejará de alabar a Shuuya, colgó y guardo el móvil para bajar del auto y dirigirse a la entrada de aquel hogar.
Faltaba de cuidar el pasto que ya estaba crecido, cortar ramas al árbol y dar una mano al cerco que se sostenía gracias a alguna fuerza sobre natural. Toco al timbre y espero un momento para volver a tocar y escuchar de fondo una voz avisando que ya abría.
El rechinar de las pequeñas ruedas y como el seguro era retirado y moverse la perilla para ser recibido por aquel inválido sujeto no le dio para nada lastima o pena.
—¿Es usted el doctor Goenji? –el lugar por dentro a lo que lograba ver no estaba tan mal —el doctor Kidou me a llamado esta mañana informando que vendría. Huele a medicamento.
—Si... Soy....
—¡Aléjese de mi hermano! –sintió un fuerte agarre que le alejó de la puerta haciéndole caer al suelo por lo rápido que pasó todo.
Aquellos ámbares los reconocía.
—¡Kyousuke! –llamó Yuuichi sin saber que pasaba, pero sabiendo que alguien había caído —¿está todo bien? ¿Doctor?
La mirada desafiante del menor hizo que en Shuuya una corriente le recorriera por todo el cuerpo como no había pasado ya hace años que era joven y disfrutaba de los cuerpos femeninos.