Cómplice
Como Yuuichi ya estaba mejor y Okita estaba libre de deberes, Kyousue no tenía excusas para no ir a la excursión de la cual esperaba aun librarse. Pero Yuuichi seguía enojado con el menor, y ese viaje valía parte de sus notas, no podía dejar que Kyousuke se diera ese lujo de bajar sus notas solo por que le toco una suerte terrible al mayor.
Su asiento fue a lado de Hakuryuu quien le miro de reojo, traía los cascos puestos con esa música de opera que solo él escuchaba. Golpeo el asiento delantero con frustración de estar obligado de estar en ese viaje haciendo que el de cabellos bicolor se quitará los cascos y verlos cruzado de brazos esperando a que hablase.
Unos minutos pasaron y el avance del autobús con todos arriba, Kyousuke le miró —creí que no vendrías.
—Puedo decir lo mismo de ti.
Silencio entre ellos quienes desviaron la mirada, el resto de los alumnos estaban inmersos en sus charlas o lo que sea que estuvieran haciendo por el resto del camino.
39 de temperatura.
Yukimura quedo al cuidado de Shirou y se le negó ir al viaje con su grupo, el maestro ya le daría una tarea para recuperar puntos, y al ser un buen alumno con notas altas, aquel pequeño detalle era tolerable.
El pañuelo en la frente fue remojado en el agua y vuelto a poner en la frente del sonrojado chico, quien jadeaba suave entre los suspiros por estar dormido ante el agotamiento del resfriado que había pescado, eso por que Taiyou lo metió a la fuerza en una fuente ya que el chico no perdería una apuesta con Nanobana y Yuki entraba en el paquete.
—Ese pequeño diablo... –musito Fubuki. Pero debía agradecerle también, ya que de lo contrario, quien sabe cuantas chicas en ese lugar al cual iban se le insinuarían al chico.
Noto el sonrojo en las mejillas, como eses delgados labios liberaban el aire caliente del cuerpo, el cabello húmedo del sudor y del agua, se relamió los labios y acarició con delicadeza aquella mejillas, rozando con el pulgar los labios y desear ser el único chico, u hombre en poder ver la hermosura de su sobrino.
Pero debía de ser sincero.
Yukimura y él jamás podrían tener una relación, y se sabía repetidas veces los porque, y no solo por ser parientes, la edad o el que dirán.
—Que envidia de la chica que llegue a robarse tu corazón... Cuando presentes a tu primera novia... –empuño con fuerza. Negó con los ojos cerrados y soltó el aire contenido como los puños —te apoyare siempre.
Acaricio aquellos cabellos y le beso la mejilla, o eso era lo que hubiese hecho si Yuki no se hubiera movido y termino besándole los labios.