Físico
La operación fue un éxito, y como no serlo si tenía al mejor.
Pasaron unos días mas de recuperación en donde algunos amigos le visitaron, jamás dejando de decir sus buenos deseos y que todo estaría bien, que pronto podría ver ese cielo azul, las blancas nubes y esas sonrisas que solo él sabía sacar a la gente, sonrisas genuinas del corazón.
Y por fin llegó el día. La revelación del resultado de la operación.
Todos estaban nerviosos, una cosa era que en operación las cosas salieran bien sin ninguna problema, y otra era el resultado final de esa misma.
—Muy bien... –retiraba la venda de sobre los parpados que envolvía la cabeza en un par de vueltas hasta topar con una fina tela que también fue retirada dejando solo los parpados cerrados —abre despacio. Con calma.
—¿Por qué no tienes novia? –aquello casi causa que tío y sobrino se estrellaran con un auto delante esperando el cambio de color en el semáforo.
Shirou le miro con enojo y decepción como también sorpresa. Estaba dolido pero entendía que Yukimura no sabía nada de sus sentimientos románticos a él.
—No tengo tiempo para ello... Además debo cuidarte.
—No soy un niño de cinco años, además si tienes mucho tiempo libre, mamá dijo que te tiene varias citas listas, no quiere morir sin tener antes sobrinos de tu parte —aquello lo sintió como traición, sabiendo también que su hermana, no sabia del florecer de sus sentimientos, y con ella si, jamás debería de saberlo.
—Me estoy reservando para alguien muy especial, él cual espero en algún momento lo noté.
—Entonces estaba en lo correcto...
De nuevo, casi se va de frente con un auto que le toca el turno el el alto de cuatro —¿Lo sabes? –Yukimura asintió. Por fin... ¿Correspondería sus sentimientos? Sentía el corazón latir con fuerza, por fin podría abrazarlo mas, besarlo y...
—Como no notarlo, eres muy evidente, tío. Aunque esperaba algo mas que Shuuya de ti, pero no es mal partido, además fueron juntos a la universidad y siguen siendo buenos amigos, quiere decir que valoras mas su amistad por sobre tus sentimientos y...
Y fue en ese momento en donde su fortaleza por no llorar y de zarandearlo en el asiento fueron aplacadas por el bello rostro de ese ángel que es su sobrino y su amor, además de que no tendría a donde huir si lo mataba y su hermana lo cazaría peor que animal.
No había mayor felicidad en ese momento.
Por fin los bellos ojos de Yuuichi captaban toda imagen en vivo color, claro que no debía de forzar la vista, tomar medicamento y usar lentes por un tiempo, pero aquello era un enorme avance para el chico que, junto a sus hermanos derramó lágrimas de felicidad.