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Acto
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La ultima vez que había visto a Hayato pensó en el fondo de su corazón que aquello era más una despedida definitiva que un "nos vemos" y verlo de nuevo en el día de visitas. Desde que lo cambiaron y fue recluido de recibir las visitas que recibía y ser presentado a diversas parejas, empezó a ver la situación tal cual, debía madurar, pensar como un adulto.
Se dio a la idea de que las cosas no serían como antes jamás, que no vería de nuevo a Midorikawa, a sus amigos ni mucho menos a Hayato, que aquellas vida estaba enterrada en el pasado junto a su niñez en donde fue abandonado la primera vez, con la falsa esperanza de que, su madre o padre regresarán por él.
Más la realidad de todo era que, al dejarlo ahí, la gente no volvía. Ni sus padres biológicos, Ni Mido, ni sus amigos y mucho menos Matatagi, y eso era solo por una razón: "no lo necesitan en su vida".
Eso es lo que su mente creo, lo que el corazón creyó y que le tomó una noche de llanto ahogado para superar, olvidar y ser aquel chico callado, reservado y alejado del resto, esperando de nuevo en el ciclo una familia, nuevos amigos y, tal vez con suerte, una pareja a la cual sin falta contaría la verdad antes de enamorarse.
Y si era que se enamoraría de alguien, o si es que alguien sería capas de amarlo después de saber de su vida y lo que pasó.
Con suerte una pareja joven recién casada aceptaron al chico sin importar aquel comportamiento huraño, aquellos dos enamorados vieron en el chico parte de ellos y no aceptarían un no por parte de aquel lugar. Los tramites fueron procesados y al no ver alguna situación que amerite el retardo del proceso, estando todo en orden y que los exámenes médicos y psicológicos de la pareja resultaron confiables y en buen estado, no duro más de lo necesario el proceso, dado a que el lugar requería de sacar a los mayores y dar lugar a los menores, Masaki portaría desde aquel momento el apellido Miyano, apellido de su nueva madre.
—El lugar es precioso, y la comida deliciosa. Espero que te guste y que no sea muy pesado para ti, aunque has hecho viajes, en lo personal debo tomar algo para no marearme –contaba Akane animada sentada al costado derecho en la parte trasera del auto.
