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Composición
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—Tenemos que hablar –alejó Tenma a Taiyou, estos estaban en la oficina del mayor con la puerta bajo llave.
Taiyou estaba sobre las piernas del mayor, relamiéndose los labios por aquellos besos intensos que la saliva se derramaba. Espero tranquilo al mayor quien tomo aire —no podemos seguir con esto.
Taiyou parpadeo un par de veces, el pecho se sintió extraño —¿qué?
—Mi esposa esta esperando un bebé... Voy a ser papá Taiyou –las manos acariciaban las piernas ajenas, sintiendo como aquel cuerpo temblaba —se que... Entenderás, eres un chico inteligente y...
Silencio al ver las lágrimas de Amemiya descender en grandes cantidades.
Apretó los puños. Ya no toco a nadie más que no fuera a ese chico de ojos azules. Nadie más que Taiyou era suficiente para tener una agradable tarde después de clases. Esperaba que aquello solo fuese el momento de curiosidad que todos los jóvenes tienen a esa edad, pero el cariño que nació por el menor, verlo así le hizo abrazarle, estrecharlo entre sus brazos y no querer lastimarlo, pese a ya haberlo hecho.
—Perdón...
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Alguien que pasaba por una situación semejante era Akio con Hakuryuu, pero a diferencia de Amemiya y Tenma, Hakuryuu lo abofeteo y le hizo la leí del hielo, algo que enfureció al mayor el cual por todos los medios trataba de hablar con él, pero siempre encontraba el modo de librarse.
Aquel día no fue la excepción. Los entrenamientos fueron ese día detenidos por la limpieza y nueva capa de pintura, por lo que no tuvo entrenamiento con ellos, perdiendo una oportunidad, entre clases tuvo problemas por tener que hablar con otros alumnos de otras clases y la salida algunas madres le retuvieron.
Estaba que echaba humo, cuando noto como aquel chico se colocaba un casco y bajo la acera sobre una moto ya alguien le esperaba. A pasos de gigante se acerco a este par, quitándole el casco que aun no se ajustaba y mirarle con enojo para ver al otro, el cual por el casco, los lentes y el pañuelo no supo quien era.
Pero eso era de menos, sino saber que carajos estaba haciendo Hakuryuu con un tipo así —¿Dónde crees que vas?
Hakuryuu le arrebato el casco —fuera de la escuela no tiene autoridad –de nuevo al tener el casco en la cabeza, se le fue quitado —entrenador Akio –gruño.
—No vas a ningún lado –sentenció con enojo jalándole del brazo hacía él.
—Quítele las manos de encima a mi hijo –escucho entonces al de la moto, quien quitándose el casco, lentes y el pañuelo, parecía más una mujer, de no ser por la voz, una que sonaba un tanto femenina. Afuro no iba permitir que aquel hombre, entrenador de su hijo le hiciera daño.
Aquello dejo un poco descolocado, molesto y asustado al hombre.
¿En que momento dejo sus deberes como agente y se puso de entrenador?
Esa pregunta se le vino a la mente cuando el puño del rubio dio en pleno rostro y le dejo en el suelo.
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