Capítulo 6

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GUILIA

Bebo despacio mi café sin quemarme los labios en el proceso, mi psicóloga me ve fijamente esperando que empiece a detallar, pero no quiero especificar, no quiero revivir lo que tanto me carcome, porque solo lleva a arrepentirme de tantas cosas.

Y sé que no tengo la culpa.

Pero a veces se siente como si la tuviera.

-¿Guilia? Quieres hablar.

-Las pesadillas esta vez empezaron inversamente. – Comunico.

Ella se toma su tiempo para analizar mis respuestas y decirme algo que de cierta forma no me ataque porque ese es su trabajo ayudarme.

-¿Cuál fue la primera pesadilla de esta temporada?- Cuestiona.

Se refiere a que cada cierta temporada del año esta empeoran y solo empeoran.

-Mi parto- Murmuro.

-¿Quieres especificarme?

-No.

Ella asiente y me ve fijamente.

-¿Cuál fue la segunda?- Cuestiona.

Cierro los ojos con fuerza y mis manos tiemblan en el agarre de mi taza de café, mi cabeza empieza a palpitar.

-Guilia- Vuelve a hablar mi psicóloga.

-Su muerte. – Suelto.

Ella parece desconcertarse siempre a este punto ¿Quién no lo haría? Pero como una profesional se mantiene al marguen.

-¿Quieres especificar?

-No.

-Okey. Dime la tercera.

-El día de mi violación. – Suelto viendo un punto de la mesa.

-¿Cómo estas hoy? ¿Cómo te sientes?

-De la basura.

No suelo decir malas palabras, porque teniendo en cuenta que mi bebe era un niño que repetía todo me cerré a decir estas palabras para que nos las aprendiera, luego de tanto estudiar y convertirme en maestra no estaba en mi decir ciertos términos.

-Descríbeme esa basura.

-Asco- Dejo mi taza en la mesa y empiezo a caminar a los lados, porque quedarme quieta me consume –No puedo evitar verme al espejo y sentirme asco, que soy una mujer arruinada por...

No puedo ni siquiera decirlo.

-¿Qué hay de lo que salió de eso?

Suelto una risa.

-¿Qué hay de que doctora? Es tan patético, yo solo quiero que pare. Quiero vivir.

Y por primera vez en 18 años lo digo, quiero vivir tanto hasta que mis lágrimas sean de felicidad y no de dolor.

-Es bueno oírte decir eso, Guilia. ¿Cuál crees que sea el primer paso para la felicidad?

-No lo sé, eso es lo que debería preguntarte yo a ti.- Ataco.

-¿Qué tal perdonando a mamá?

No puedo.

-Esta mañana no pude verla- Anuncio.

-¿Eso porque?

-Porque solo recuerdo que ella es la culpable de todo.

-Ella no...

La corto, porque esta basura hay que hablarla con la verdad y por eso suelto.

-Ella permitió que papá me violara.














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