Capítulo 17

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AUSTIN

DIA DEL JUICIO

Ajusto por enésima vez mi corbata aflojándola cada vez más sintiendo que en cualquier momento dejaré de respirar, Gia enfrente de mí no deja de dar taconazos en el suelo luciendo perdida en sus pensamientos, Alex fuma su cigarrillo a la vez que le da grandes tragos a una botella sin alcohol de su colección, Adler testea en su teléfono para matar el tiempo y Guilia permanece a la par de mi intentando sostener mis manos para que deje de tocar mi corbata.

Suelto de nuevo la mano de Guilia para sacar por completo la corbata y ponerme de pie, soltando un gran suspiro.

-¿Quieres parar con eso Gia?- Pido volteándome a verla.

Levanta las manos en señal de rendición.

-No la jodas, porque te quedas sin abogada- Me regaña Alex.

Le saco el dedo corazón y paso la mano por mi cabello jalándolo un poco.

-Cálmate todo saldrá bien- Murmura Adler.

La puerta se abre y todos volteamos hacia ella, uno de los secretarios encargados del caso le extiende un papel a Gia que no me di cuenta en qué momento se puso delante de mí, le agradece y se voltea hacia mí.

-Es hora- Murmura.

-Joder- Bufo.

Me doy la vuelta para soltar más maldiciones y me detengo cuando siento la frágil mano de Guilia quien me sonreí para darme ánimos.

-Déjame ayudarte con la corbata- Pide.

Dejo que vuelva hacer de ella perfecta mientras me concentro en cada fracción de su rostro intentando calmarme, en algún momento escucho a Gia decir que me esperara afuera que no tarde, las manos frágiles de Guilia hacen el nudo y se asegura de no dejarlo tan apretado para que yo pueda respirar.

Sus ojos suben a los míos y me concentro en cada pestañeo que da, en como sus mejillas empiezan a sonrojarse y mi corazón empieza a bombear al ritmo de querer permanecer siempre viendo el color de los suyos.

¿Esto es lo que se siente tener paz al lado de alguien?

-Todo saldrá genial ¿Si?- Me sonríe.

Le regalo una sonrisa y me acerco a ella para darle un suave beso, corto y preciso.

-Si.- Respondo.

Salimos de la sala donde estábamos, Gia me sonríe cuando me ve salir más calmado y extiende su brazo para que lo entrelace al de ella.

-Quédate cerca de Alex, él te cuidara- Me volteo hacia Guilia.

Alex le sonríe.

-Conmigo a tu lado, nadie te hará daño- Le dice.

Guilia le sonríe antes de desaparecer con él y Adler, dejándome solo con Gia.

Sé que los nervios de la pequeña Gia son muchos, esta asustada, no dudo en su capacidad como abogada, porque esta enana de aquí es la mejor, ha ganado grandes casos, pero sé que este es el primero que se le sale de las manos, tiene miedo de arruinarlo y arruinarme en el proceso, pero este caso ni ella, ni yo, ni cualquier abogado puede ganarlo y de eso somos conscientes, sin embargo Gia ha hecho un gran trabajo cuidando mi espalda estos años.

-No digas nada si no te lo concedo yo o el juez- Me repite antes de entrar.

Tomamos asiento en la mesa de enfrente a la tribuna, frunzo el ceño cuando veo que hay otra mesa enfrente y un abogado.

-¿Qué jodidos?- Le susurro a Gia.

Su cuerpo se tensa, ambos sabemos lo que significa eso.

-Yo me encargare- Susurra.

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