GUILIA
-Pide un deseo mi niña- Exclamo soltando varios aplausos.
Mis dientes chuecos y algunos agujeros de algunos que se acababan de caer y no habían salido estaban presente, la velita enfrente de mi con el numero 8 resaltaba, saboree mis labios al observar el chocolate crujiente en el.
-¡Vamos hermana pide un deseo!- Insistió mi hermano.
Sonrio de nuevo viendo a cada uno de los presentes, éramos tres.
Papá quien no borro su sonrisa y jamás dejo de verme con amor abrazando a mi madre.
Mamá quien era la más emocionada de que estaba creciendo.
Y mi hermano quien solo quería comerse todo mi pastel.
Cerré los ojos y desee verlos a los tres junto en todos mis cumpleaños.
Sople y mamá soltó un chillido tirándose abrazarme.
-Te amo, te amo, mi niña te amo.
Sonríe dejándome abrazar por ella porque en sus brazos siempre me sentía segura.
Si alguien me hubiera dicho que en los mismos brazos que una vez me sentí segura me sentiría de la basura, me hubiera reído.
¡Dios apenas inicia esto y yo ya estoy diciendo una mala palabra!
-Buenas noches mi princesa, te amo- Susurra papá besando mi frente.
-Adiós, papi. Te amo- Murmuro.
Mamá se acerca a mí para sentarse a mi lado, mi padre sale de la habitación dejándome sola con mi compañera de vida.
-¿Sabes algo mi mayor miedo es perderte?- Susurra.
Me arropo a ella.
-También es mi mayor miedo, mami- Susurro.
-Eso no pasara siempre nos tendremos ¿Si?
Estiro mi dedito.
-Pinky promise- Propongo.
Ella sonríe y asiente.
-Pinky promise.
Debo ser sincera en muchas cosas, antes de la tragedia fuimos felices, mamá era mi mejor amiga, mi otra mitad, mi vida entera, era cierto que era la princesa de papá, pero papá estuvo más tiempo con mi hermano enseñándole futbol y esas cosas que según él las niñas no hacían.
Tal vez no me di cuenta de muchas banderitas rojas, como por ejemplo esa vez que dijo que mi vestido era muy corto, creí que eran celos de padre de protector, pero me equivoque, porque puedo recordar esa vez que me violo y dijo que era culpa de mi vestido.
¿Qué tan patético es eso?
Semanas antes de la tragedia mamá y papá empezaron a pelear mucho, peleas que nunca supe su significado, hasta esa noche en la que ya saben lo que paso, mucho alcohol, mucha droga y mucha mente mala para dañarme a mí y a mi hermano.
Tal vez mamá también era víctima de lo sucedido, tal vez ella también fue una inocente, pero se convirtió en una cómplice cuando no me quito a mi padre de encima, cuando dejo que matara a mi hermano, cuándo me obligo a mentir, cuando me culpo por años de lo sucedido.
¿Quién se iba a imaginar que el tiempo, el destino y si es que hay alguien ahí arriba sabía que la plática de mamá anoche era una despedida?
¿Quién se imaginaria que ayer ella quería limpiar su alma para morir en paz?
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DECISIONES
Teen FictionSolo puedes elegir una opción. Debes de tomar una decisión. Sin importar lastimar a alguien. Porque una de las dos debe de sufrir. La vida de Austin Cameron es una decisión. ✨✨✨ Prohibida su copia. Portada bella por: @NGerardin0z Agradecería mu...