Capítulo 13

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GUILIA

Termino de arreglar los fólderes dentro del archivero y me pongo de pie, a la vez que me mareo con fuerza que me hace perder el equilibro y caerme de golpe.

-¡Guilia!

La voz de Adler empieza a oírse a lo lejos y debo de pestañar varias veces, se lo que me sucede. No ha llegado fin de mes la razón por la que me quede sin dinero y esta mañana a penas si tenía para la comida de mi hijo, como madre prefiero que el coma, le dije que comería luego, le mentí no tengo dinero y estoy esperando que en unas horas me depositen para poder comer algo, son las dos de la tarde y desde ayer en la noche como a las siete no he probado nada.

Me siento en el suelo con ayuda de Adler e ignoro el dolor en mi espalda baja.

-¿Estas bien?- Me mira preocupado.

Una doctora entra que ni se en que momento vino y me empieza a tomar la presión.

-Estoy bien- Susurro.

-No pareces bien- Murmura Adler echándome aire.

-Esta pálida, tiene la presión baja, sus pulsaciones son débil ¿Se ha alimentado bien?- Cuestiona la enfermera.

Joder.

-No he tenido tiempo- Miento.

-¿Cuándo fue la última vez que comió algo?

Muerdo mi labio y lo suelto.

-Anoche.

Adler gime.

-¿Por qué no has comido?

-Mucho trabajo- Miento.

-Le recomiendo que coma algo y tome un suero para hidratarse.

-Vamos a mi casa, te llevare a comer me encargaré que estés bien.

-No es necesario estaré bien- Miento.

El niega.

-Para nada, vienes conmigo.

-No es necesario- Vuelvo a repetir.

Pero no sirve de nada porque en nada estoy sentada en el asiento de copiloto siendo llevada por el hacia su casa que no tengo ni idea donde queda.

Puedo ver la cara de mi bebe alegándome él porque no le dije que nos habíamos quedado sin dinero este mes, pero muchos taxis fueron pagados para su comodidad y quiero evitarme la plata de que puede trabajar, porque no dejare que descuide la beca que tanto le costó conseguir.

Soy su madre y hará todo porque este bien, así no lo tenga todo.

Veo las casas grandes, los grandes edificios de Los Ángeles, las grandes empresas y los parques de gente rica que sale a correr con sus perros, o con sus parejas a comer un helado, las cafeterías, restaurantes.

Nada como mi pueblito pobre.

Este mes ira mejor, tengo un sueldo extra del orfanato y una comisión por ser maestra guía en la universidad.

Poco a poco iremos mejorando.

Adler pita un poco para que abran las rejas de una gran residencial, las casas aquí me hacen abrir la boca, todo es lujo tras lujo, creí que me llevaría a su departamento, no considere que tuviera una gran casa no se ve el chico que vive con alguna mujer o su familia, son casas gigantes de esas que ves en las revistas de gente rica y que sabrás que nunca tendrás.

-¿Tienes novia o esposa?- Susurro maravillada con las casa.

-No.-Murmura.

-¿Vives con tu familia?- Murmuro.

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