DECISIONES

Capítulo 25

💛

AUSTIN

¿Qué es enamorarte?

¿Qué es querer?

Preguntas sin respuestas hasta que lo estás viviendo.

Se dice que al enamorarte sufres consecuencias como el saber que puede acabar mal y sufrirás, eso sucede en 99% de las parejas, porque lamentablemente todos deben de enamorarse, sufrir y luego crecer nuevamente hasta encontrar al indicado o indicada.

Es patético.

Soy fan de esas personas que dicen que el amor no debería doler, que el enamorarse no debería doler.

Desactivo el seguro de las puertas de mi auto y dejo que Lucas abra la puerta de copiloto para su madre y el entre en la parte de atrás, sonrió cuando veo entrar a la mujer que sigue ocupando mi cabeza.

-Hola- Saluda tímidamente.

Sonrio y me acerco un poco para presionar mis labios en los suyos, un beso casto y corto.

-Hola, Guilia bonita.

Lucas cierra lo que me hace acomodarme de nuevo y poner el seguro.

-Hola, Lucas- Lo saludo.

Enciendo el auto y doy vuelta en esa calle para regresar por el camino en el que venía y entrar de nuevo a la ciudad para ir al restaurante en donde hice una reservación para ellos.

Diane y Brian siguen sin contestarme el maldito teléfono, pero según Alex y Adler estaban de maravilla actuando como si nada hubiera pasado, de igual forma Diane tiene que volver pronto si no quiere dejar la universidad y debe dejar a Brian en Boston porque está a meses de graduarse y ambos saben lo importante que es estudiar.

No importa que posiblemente si fallan estaré yo y mis empresas para resguardarlos, pero deben ganarse las cosas.

-¿Cómo están?- Cuestiono dándoles una mirada rápida.

-Genial, ¿Ya regresaron tus hijos escapadores?- Me es inevitable no soltar una risa cuando Lucas termina de hablar.

-No, siguen huyendo de su padre, como cobardes, pero regresaran- Murmuro.

Freno en un semáforo en rojo y aprovecho para ver a mi novia que ha estado en silencio este tiempo, ella siente mi mirada y ladea su rostro para verme, dibuja una suave sonrisa que me gusta mucho, tomo su mano para entrelazarla con la mía y el efecto que causa eso me aturde.

No es un sentimiento feo, porque con ella se respira mejor, se siente tan bien.

-Eres muy bonita- Susurro.

Sus mejillas se sonrojan de inmediato, me gusta el efecto que tengo en ella.

-Lo es- Concuerda Lucas asomándose entre los asientos.

Guilia bufa acordándose que su hijo sigue ahí, suelto una pequeña risa y vuelvo a ponerme en marcha, pero sin soltar la mano suave de Guilia.

-¿Han comido alguna vez la pasta italiana?- Cuestiono.

-Ni siquiera habíamos ido aún restaurante- Admite Lucas.

Auch.

Intento que mi rostro no muestre nada.

-Bueno pues a partir de ahora iras a muchos y te enseñare todos los platillos, hasta que encuentres tu comida favorita- Murmuro.

Enarca una ceja.

-¿Puedes darte ese lujo?- Cuestiona.

Hago como que lo pienso.

-Puedo darles esos lujos.